DOI: https://doi.org/10.47133/respy41-23-2-10
BIBLID: 0251-2483 (2023-2), 193-244               

Dictadura Stronista y su construcción imaginaria en Paraguay (1960-1980)
Stronist Dictatorship and its Imaginary Construction in Paraguay (1960-1980)


Aníbal Orué Pozzo1

1Universidad Federal de la Integración Latinoamericana. 
Foz de Iguazú, Brasil.
 

 

 

 

Correspondencia: aoruepozzo@gmail.com
Articulo enviado: 3/10/2023
Articulo aceptado: 21/12/2023
Conflictos de Interés: Ninguno que declarar.
Fuente de financiamiento: Sin fuente de financiamiento.

·        Editor responsable: Carlos Anibal Peris. Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, Centro de Estudios Antropológicos. Asunción, Paraguay.

·        Revisor 1: Fabian Chamorro. Academia Paraguaya de la Historia. Asunción, Paraguay.

·        Revisor 2: Javier N. Caballero.Universidad Nacional del Este, Facultad de Postgrado. Ciudad del Este, Paraguay.

 Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una Licencia Creative Commons - Atribución 4.0 Internacional (CC BY 4.0).

Citación Recomendada:
Orué Pozzo, A. (2023). Dictadura Stronista y su construcción imaginaria en Paraguay (1960-1980). Revista Estudios Paraguayos, Vol. 41 (2), pp. 193-244. https://doi.org/10.47133/respy41-23-2-10



 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Resumen: El artículo estudia cómo y de qué manera el Stronismo construyó sus mitos a lo largo de sus primeros 20 años de gobierno, asimismo cómo éstos terminan incorporándose en el imaginario de los dirigentes y simpatizantes del Partido Colorado, asimismo de parte importante de la oposición política e, inclusive, investigadores e investigadoras nacionales y del exterior. A partir de un análisis crítico de la bibliografía producida entre los años 50-70 del siglo XX por diversos actores políticos colorados, intelectuales y propagandistas de la ANR en los años ’60 y ’70 del siglo pasado, es posible entender la sobrevivencia de un “espíritu del Stronismo” en parte importante de la población paraguaya, luego de más de treinta años de su derrocamiento. Se parte de la consideración del Stronismo como Bloque Militar Deformado en relación con el Bloque Militar que surge en 1936 y que se extiende hasta inicios de 1947.

Palabras clave: Paraguay; stronismo; dictadura; mitos e imaginarios.


Abstract:
This article studies how the Stroessner dictatorship built and manufactured its myths along its first twenty years of government, and how these myths were incorporated into the imaginary of the leaders and supporters of de Colorado Party in the country, in the political opposition, and at the Paraguayan and foreign researchers. Starting from a critical analysis of the different books, pamphlets, speech, produced between the 50s and 70s by the Colorado political leaders, intellectuals and the ANR-Colorado Party propaganda teem between the ‘60s and ‘70s, it’s possible to understand the survival of a “Stronismo spirits” on an important segment of the Paraguayan population, after more than thirty of its overthrown. This work introduces a starting point of considering the Stronismo as a Deformed Military Bloc (Bloque Militar Deformado), relating the Military Bloc that emerged in 1936 and goes until 1947.

Keywords: Paraguay; Stronismo; dictatorship; myths and imaginaries.

 


 

Introducción general

¡Aquí venimos para estar todos contentos,
para hablar de los principios eternos,
del nacionalismo y de los héroe de la
guerra del setenta, y no para andar
con macanada de cupo!

José M. Rivarola Matto, La Suela

La dictadura stronista en Paraguay ha sido, en los últimos años, sujeto de varios estudios y publicaciones desde diferentes perspectivas en el campo político, económico, social y cultural. Poco a poco, este período de casi 35 años (1954-1989) va siendo trabajado por estudiosos e investigadores de las ciencias sociales paraguayas. Igualmente, desde una perspectiva de la investigación periodística y de la narrativa de ficción literaria – escritores y narradores de nuestra realidad -, el hecho va desatando interés y, de esta manera, se observa un aumento de la producción bibliográfica sobre este período significativo en la historia nacional contemporánea.

En mis investigaciones sobre las relaciones bilaterales Paraguay-Brasil, y buscando cierto punto de inflexión en los últimos 50-60 años, he constatado que la dictadura stronista emerge, sin duda alguna, como un hito importante en este relacionamiento. En consecuencia, para profundizar el estudio de estas relaciones, me vi impulsado a investigar los primeros años de este proceso que lleva a Stroessner y su Bloque Militar al poder en Paraguay en 1954, desatando con ello un leve giro inicial - que en el tiempo se verá profundizado - en la dinámica diplomática con el país vecino. En un primer momento, investigué directamente los años previos y los primeros años del Stronismo, en el contexto de las relaciones Paraguay-Brasil, los acercamientos, convenios internacionales firmados entre ambos países entre 1956-1958, destacando varios de ellos que pueden ser considerados como puntos fundantes y estructurantes de este enroque político paraguayo; en su totalidad, éstos sobrevivieron el tiempo de la dictadura, atravesándola e, inclusive, consolidándose en tiempos de la denominada transición democrática post Stronismo. Este análisis y estudio fue desarrollado en un trabajo publicado en Estudios Paraguayos (2020).

En un segundo momento, y siempre provocado por estas intrincadas relaciones Paraguay-Brasil, fui estudiando los años previos al Stronismo, para lo cual fijé el año 1936 como punto de partida. En ese año, y durante el proceso de quiebre del sistema liberal vigente en esos momentos, se constituye lo que denominé de Bloque Militar que construye su hegemonía política y emerge como uno de los grandes articuladores del poder entre los años 1936-1947 en el país. Este Bloque se quiebra el 13 de enero de 1947 y, como consecuencia, tenemos el enfrentamiento entre tendencias al interior del Bloque, que va de marzo a agosto de ese año[1]. Estudio y analizo los años posteriores a la guerra civil como años de reconstitución de un Bloque Militar deformado o reconfigurado, principalmente entre 1950-1954, cuando ese Bloque Militar Deformado - en relación con el Bloque Militar que emerge en 1936 -, asume nuevamente el poder en Paraguay. Este proceso lo analizo en una segunda entrega publicada en Estudios Paraguayos (2021).

En el presente artículo – el tercero de esta serie que denominé “Estudios sobre el Stronismo y las relaciones Paraguay-Brasil” - me propongo analizar la construcción imaginaria y las representaciones del Stronismo a partir de la propuesta de sus propios intelectuales y propagandistas desde 1960. Sin embargo, éste es un proceso que ya viene configurándose desde los inicios del golpe de mayo de 1954. Esta perspectiva implica estudiar la actuación del Stronismo y su aparato propagandístico en el plano simbólico y en el de la construcción de subjetividades. En este sentido, he constatado que el mismo fue construido como el gobierno del equilibrio y como aquel que impulsa el progreso, que viene para terminar con la “anarquía liberal y el caos colorado-natalicista”. Presentaré esta línea argumentativa de sus principales propagandistas y cómo la misma se va construyendo entre los años 1960 – 1980. Es decir, esta construcción simbólica se inicia con mayor intensidad, luego de las “victorias” internas de 1958-1959 cuando el Bloque Militar Deformado (BMD) domestica definitivamente al Partido Colorado, elimina lo poco que queda de resistencia al interior del Ejército y, finalmente, consigue eliminar el peligro – muy tenue – que representaban de los grupos guerrilleros – y la izquierda en general - entre 1959-1960. Sin embargo, y como lo expresé en su momento (Orué Pozzo, 2020) desde un inicio Stroessner y el Bloque Militar Deformado implementan – sería mejor expresar que continúan – planes económicos que su antecesor, Federico Chaves (1949-1954), ya lo venía desarrollando. Medidas como aquellas de equilibrio fiscal y económico presentes desde 1952, con la llegada de técnicos del Banco Mundial y de Fondo Monetario Internacional (FMI), la creación de un Banco Central – cuyo primer presidente fue Epifanio Méndez Fleitas –, y al mimo tiempo, la facilitación del retorno de aquellos que se fueron del país debido a la guerra civil de 1947 y otras medidas de “pacificación espiritual”. En este sentido, está cada vez más claro que Stroessner retoma las principales medidas de Chaves e introduce otras nuevas, pero en el mismo sentido del anterior, buscando un equilibrio fiscal y una estabilidad económica, al mismo tiempo de “pacificar” el país. De esta manera va construyendo su hegemonía al interior del propio partido Colorado y también en la sociedad paraguaya.

En los años ’60, Stroessner comienza una fuerte acción en el campo paraguayo, distribuyendo tierras a un gran número de hijos de campesinos que terminan el servicio militar obligatorio en el Ejército, buscando crear una base social de apoyo; esto forma parte del “giro al Este” pues también distribuye tierras en el Este del país. Pero no solamente en el Este, las tierras fiscales de la región central forman parte de esta distribución, fortaleciendo el asentamiento de pequeñas familias. Esta base social de beneficiarios se constituirá, en los años posteriores al golpe de 1989 que termina con Stroessner, en uno de los grupos de sustentación del Partido Colorado.

Poco a poco, sus principales propagandistas e intelectuales van construyendo una imagen, representando al Gobierno y a Stroessner de la manera apuntada más arriba: equilibrio, paz interna, fin del caos y la anarquía e inicios del “progreso” en la república. Varios de los puntos que vamos a desarrollar más adelante, constituyeron simplemente palabras de impacto para construir un consenso acerca de los mismo, y no necesariamente expresiones que se impusieron en la realidad. El gran mérito de la dictadura stronista fue justamente la de haber conseguido manufacturar este imaginario no solamente al interior de la ANR, sino también extenderla a una amplia porción de la sociedad paraguaya, incluyendo sectores de oposición y también a investigadoras e investigadores nacionales y del exterior.

De manera a desarrollar esta propuesta de análisis, voy a centrarme en tres mitos o construcciones del Stronismo – no son los únicos, pero sí considero como los más destacados -, y trataré de proyectarlos desde la intencionalidad de los mismo. Igualmente, trataré de desmontar estos mitos e imaginarios:

i)                 Stroessner y su gobierno – el Bloque Militar deformado y reconfigurado -, como aquel que viene a traer el equilibrio y a desarmar los ánimos en la sociedad paraguaya luego de los años de la “anarquía liberal y del caos natalicista-colorado”; es decir, termina con los golpes y contragolpes que hasta ese momento habían estado presentes en Paraguay. Este mito que se construye en los años ’60, ya se inicia en los primeros meses post golpe de mayo de 1954, con la estrecha cooperación de altos dirigentes de la entonces dividida Junta de Gobierno del Partido Colorado. Por otro lado, es importante destacar que esta narrativa ya había sido implementada antes de 1954. Inicialmente buscaba fortalecer el período de gobierno de Federico Chaves (1949-1954) con la “pacificación espiritual” y la estabilidad económica de manera a hacer frente a los estragos que la guerra civil de 1947 había causado en la sociedad nacional.

ii)                Stroessner y su gobierno, como aquel que estabiliza económicamente al país. En realidad, el gobierno Chaves (1949-1954) ya estaba embarcado en este propósito con la presencia del Bando Mundial (BM) y del FMI en 1952, y las recomendaciones de estabilidad financiera que estas instituciones multilaterales impulsan y que Chaves las implementa. La creación del Banco Central es un claro resultado de este entendimiento.

iii)               Stroessner y su gobierno, como aquel que trae la unidad al interior del Partido Colorado. Es posible entender que el “Reencuentro Partidario” de octubre de 1955, asimismo el pacto de unidad en la Convención de marzo de 1956 (sin el epifanismo), la disidencia en 1959 con la disolución de la Cámara de Representantes conformada únicamente por la ANR-Partido Colorado, y otros eventos de “unidad granítica”, nunca fueron, en realidad, acciones de unidad. Estos impulsos de “unidad” fueron realizados concomitantemente con la purga de sectores importantes al interior del partido. Las mismas no resolvieron o “eliminaron”, en ningún momento, la existencia de una disidencia, grupos de oposición o tendencias fuertemente presentes en su interior; continuaron existiendo, tanto es así que la disidencia “tradicionalista” a la dictadura stronista en la Junta de Gobierno del Partido Colorado, conformada entre los años 1984-1987, expresa esa experiencia y tradición y tiene sus raíces en el “chavismo” existente entre los años 1949-1954.

Estos tres puntos levantados más arriba fueron desarrollados de manera desigual y contradictoria por intelectuales y propagandistas del Bloque Militar Deformado en tres momentos continuos a lo largo de los años del Stronismo. Identifico estas tres etapas de la siguiente forma: i) la primera, en momentos tensos de golpe del 4-8 de mayo de 1954, hasta los años 1959, cuando este grupo que inicialmente construye el consenso en torno de Stroessner al interior de la Junta de Gobierno y del Partido Colorado como un todo, es expulsado del mismo, sus líderes apresados y otros enviados al exilio, ii) un segundo momento, entre los años 1960-1980, donde estos intelectuales y propagandistas del Stronismo entran de lleno en la batalla cultural por la construcción del imaginario asociado a los tres puntos presentados más arriba. Para tal efecto, Stroessner ya había domesticado al Partido Colorado – mucho antes que esta asociación política lo “domestique”, según pensaban algunos -, y sus intelectuales y propagandistas cooptados de manera que éstos tienen vía libre para retomar las ideas previas desarrolladas por los líderes colorados, en ese momento ya en la oposición y en el exilio. Retoman esas construcciones y la desarrollan. Finalmente, iii) un tercer momento que consolida las ideas desarrolladas en los dos momentos anteriores, las impulsa, amplia y desenvuelve como parte del aparato cultural stronista en la sociedad paraguaya y también al interior del Partido Colorado, buscando implementar una línea que, finalmente, viene a entroncarse con el grupo que en los últimos años de este gobierno se asume como la “militancia stronista”. Con esto culmina el proceso de construcción imaginaria del Stronismo. Lo que sigue en los años del post Stronismo es simplemente el desarrollo de ese imaginario en la “realidad” de las propias personas.

Sin duda alguna, y paralelamente a las acciones del Stronismo sobre los corazones y mentes de la población paraguaya de manera a cooptarlos a su modelo de representación e imaginario que se construía, se desarrollaban una serie de dinámicas de resistencias por parte de grupos políticos, sociales y gremiales – sea desde la izquierda, asimismo desde el centro del espectro político -, que cuestionaban ese poder. Desde acciones de lucha armada asociadas al FULNA[2], asimismo al grupo denominado “14 de mayo”[3], pasando por un archipiélago de propuestas de organización y protestas a nivel sindical, del movimiento campesino y estudiantil, todas ellas contribuyeron para que, finalmente en 1989, la misma sea derrocada por otro Bloque Militar. Por otro lado, las acciones de propaganda de la dictadura también estaban orientadas a disminuir, cuestionar, minimizar al máximo todas las acciones de la oposición, de manera a oponerlas y contrastarlas con el modelo en construcción. No es intención de este artículo analizar las distintas propuestas de resistencia al Stronismo por parte de grupos organizados, o no. Me centraré en las consideraciones apuntadas más arriba de manera a presentar la construcción imaginaria del Stronismo, a partir de sus propias estructuras internas de divulgación y propaganda, como mitos fundantes y estructurantes de la misma, que deben ser cuestionados y desmontados.

Stronismo como Bloque Militar Deformado (BMD) y reconfigurado

A finales de la Guerra del Chaco (1932-1935), se avanza en la conformación de un Bloque Militar que emerge y se constituye, de manera más directa y formal, en febrero de 1936, asumiendo el poder político. Para ese fin derrocan un gobierno liberal que desde 1904, estaba entroncado con una oligarquía que el recién constituido Bloque Militar cuestionaba. Entre los años 1936 y 1947, este Bloque Militarse se convierte en el verdadero poder político en Paraguay. El golpe militar contra Rafael Franco en agosto de 1937 no expresa otra cosa que cierta desavenencia al interior de éste. Rápidamente se recompone y llevan a Félix Paiva a la presidencia. Este gobernará bajo estricto control del Bloque Militar – es este Bloque que lo elige para suceder a Franco – y termina entregando la presidencia a otro “representante rescatado” para el Bloque Militar, José Félix Estigarribia, conductor militar del ejército paraguayo durante la Guerra del Chaco. Estigarribia acepta las condiciones del Bloque Militar y éste negocia con una parte del partido Liberal, que asume la candidatura “a medias” y termina siendo expulsado del Gabinete y del gobierno, poco tiempo después de que éste asume la presidencia. De esta manera, una parte del Partido Liberal termina siendo cooptado por el Bloque Militar[4]. Con la muerte de Estigarribia, en setiembre de 1940 – a un año de haber asumido la presidencia en elecciones con una sola candidatura, la suya -, el Bloque Militar indica al ministro de Guerra y Marina del Gabinete de Estigarribia, General Higinio Morínigo, como sucesor. Este Bloque Militar, con sus glorias, luces y sombras, tensiones internas y desavenencias, continua hasta enero de 1947, cuando, en función a la propuesta de redemocratización del país que este grupo impulsa meses antes – junio 1946 – las tensiones en su interior terminan implosionando y, finalmente, se quiebra. Entre el 12 y 13 de enero de 1947, Morínigo ignora las orientaciones de los “altos jefes militares” - una práctica de nombramiento de presidentes que viene desde la proclama inicial del Bloque en febrero de 1936 - de conformar un Gabinete estrictamente militar y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente con nuevas elecciones. Esta recomendación lo hacen los “altos jefes militares” el 11 de enero, cuando la renuncia del entonces febrerismo al gabinete de coalición que viene desde mediados de 1946. Al ignorar estas recomendaciones, Morínigo se apoya en un sector minoritario del Bloque Militar – que en ese momento ya estaba prácticamente quebrado –, y se recompone políticamente buscando apoyo en la Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado. De esta manera, esta agrupación se constituirá en apoyo político ante la frágil situación del minoritario Bloque Militar – ya quebrado - de sustentación. Esto desencadena la sublevación de una parte importante de este grupo en marzo de 1947. Sectores mayoritarios del Bloque Militar se sublevan buscando recuperar la hegemonía perdida, rescatando las propuestas político-institucionales de enero de 1947 – Gabinete militar de transición y convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente - y, por qué no, las tradiciones de febrero de 1936 que por esos años ya indefectiblemente se habían perdido luego de largos años de dominio y desgaste. La guerra civil – que dura aproximadamente seis meses y tiene como resultado la derrota del Bloque Militar mayoritario del 11 enero de 1947 – concluye con la extinción del Bloque Militar de apoyo a Morínigo, y la emergencia de un poder político asociado a un partido, experiencia casi desconocida en los últimos diez a doce años en el país; a lo largo de todos esos años, las agrupaciones políticas han sido fuentes de apoyo al Bloque Militar, y no al revés. A partir de los años ’50, específicamente con la asunción a la comandancia del Ejército de Alfredo Stroessner em 1951, el Bloque Militar que se quiebra en enero de 1947, poco a poco se reconstituye – obviamente bajo posturas y pensamientos muy diferentes al anterior – hasta llegar al golpe del 4 de mayo de 1954, donde nuevamente se constituye un Bloque Militar reconfigurado y deformado, con relación al que emerge en 1936. Este nuevo Bloque Militar que asume el poder político en mayo de 1954, gana las elecciones generales convocadas en junio de ese año con Stroessner como candidato único por el Partido Colorado, asumiendo en agosto de 1954. Con esto se inicia el gobierno del Bloque Militar deformado y reconfigurado stronista, que, nuevamente, y a semejanza de los anteriores, coopta a un partido político, esta vez a la Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado, base de apoyo social del mismo. Entre 1938-1939, el Bloque Militar que se constituye en febrero de 1936, coopta al dividido Partido Liberal para dar el apoyo político al gobierno de Estigarribia, quien poco tiempo después termina expulsando a este grupo político del gabinete, quedando solo algunos “leales del 39” en consonancia con las aspiraciones del Bloque. El Bloque Militar stronista, deformado y reconfigurado en relación con aquel que emerge en 1936, coopta al Partido Colorado, con quien gobierna hasta su derrocamiento en febrero de 1989. En realidad, la recomposición Stronista de un Bloque Militar lleva a una configuración híbrida al mismo: los militares terminan aceptando a la ANR en el gobierno, mientras la ANR acaba eliminando la posibilidad de excluir al Bloque Militar Deformado Stronista del gobierno; aparentemente la realidad es más fuerte y ambos consiguen “convivir”.

En términos de relaciones bilaterales con Brasil, el Stronismo da un giro hacia este país, luego que el gobierno militar argentino que derroca a Juan D. Perón en 1955 comienza a presionar para que el exgobernante de ese país, que se encontraba exiliado en Paraguay, sea expulsado. La Junta Militar argentina asume en algunos casos inclusive ciertas actitudes “permisivas” con el exilio paraguayo en la frontera permitiendo actividades de denuncias y también de resistencia de distintos grupos de oposición al Stronismo, a poco tiempo de iniciar éste su gobierno. Esto hace que la recién instaurada dictadura stronista, comience a mirar seriamente y de pasos efectivos hacia el este de manera a buscar apoyo el político de Brasil; y lo consigue. En poco tiempo, obtiene préstamos, cooperación financiera y la construcción de un puente sobre el río Paraná, entre otras ventajas del entonces gobierno Kubitschek en Brasil. Las características, asimismo ciertas ideas, trayectorias y expresiones destacadas de este Bloque Militar que se extiende entre los años 1936-1954, están amplia y detalladamente trabajados en dos textos publicados en Estudios Paraguayos (2020, 2021).

A continuación, voy a estudiar los tres mitos constitutivos del Stronismo, su construcción imaginaria y su operacionalización. Al mismo tiempo, trataré de desmontar cada uno de éstos y colocarlos como una de las estrategias de la dictadura, de sus intelectuales y propagandistas, de forma a reconfigurar el esquema militar que lo sustenta y colocarlo como un punto de inflexión en la historia social y política paraguaya. Asimismo, y a lo largo de los años del Stronismo, identificaré los distintos momentos de esta construcción imaginaria e, igualmente, algunos de sus exponentes. Estas construcciones narrativas del Stronismo se desarrollan en varios formatos: publicaciones en libros, folletos, en cartillas de formación política y, principalmente en discursos de dirigentes en concentraciones de apoyo al gobierno, asimismo en presentaciones y discursos en radio, con un alcance también significativo. Un gran eje en esta narrativa es la construcción nacionalista del Stronismo que, desde los años ’60 del siglo XX, se desarrolla en las escuelas a lo largo y ancho del país. La identificación de Stroessner como el Segundo Reconstructor y el continuador de las glorias de los López y de Bernardino Caballero es la narrativa transversal que sustenta la construcción de estos mitos, asimismo es el enlace nacionalista que fortalece con lo que todavía existe – ya con poca presencia – al interior del ejército nacional.

La construcción imaginaria del Stronismo y sus mitos

Desde sus inicios, el Stronismo[5] construyó mitos en torno a su presencia en los distintos espacios políticos del país. Esta narrativa ya se inserta en las primeras semanas posteriores al golpe del 4-8 de mayo de 1954 y continua fuertemente entre los años ’60 y ’70 del siglo XX. Como ejemplo de estas construcciones imaginarias y de representaciones del Stronismo, voy a seleccionar tres mitos “constitutivos”; no son los únicos, pero sí unos de los más fuertes y que lograron penetrar en la sociedad paraguaya de manera fuerte y sostenida.

I.     El Stronismo introduce la pacificación y desarma los ánimos en la sociedad. El nacionalismo como estrategia transversal de construcción un personaje de equilibrio

En realidad, esta es una propuesta impulsada y desarrollada ya desde el Gobierno Federico Chaves quien, entre otras cuestiones lo denomina de “pacificación espiritual”. Como parte de esta pacificación, el Gobierno Chaves impulsa la repatriación de 10 mil familias paraguayas de Argentina, emigradas durante y al final de la guerra civil de 1947. Es Méndez Fleitas (1965) quien desarrolla estos ejes del gobierno chavista que más tarde se reproducirán bajo la impronta stronista. Según este dirigente colorado, el Gobierno Federico Chaves que asume en setiembre de 1949, viene para pacificar la República luego de la violenta guerra civil de 1947 que dividió al país. Para ello, construye una narrativa: el gobierno Federico Chaves viene para poner fin a la anarquía liberal y también al caos natalicista-Guion Rojo de los últimos años (1946-1949). Este discurso ya tiene un corte en los primeros años del gobierno de Stroessner, eliminando al sector natalicista; en consecuencia, se “esfuma” del discurso el “caos natalicista-Guion Rojo” de la narrativa chavista-epifanista. A partir de entonces, intelectuales y propagandistas del Stronismo asumirán la primera parte de la propuesta de Méndez Fleitas – aquella asociada al caos liberal con distintos años de corte, 1936, 1940 o 1946 -, ignorando o eliminando la segunda parte de la construcción narrativa inicial.

En una alocución en Radio Nacional, en junio de 1959, el entonces ministro del Interior, Edgar L. Ynsfran, invierte nada menos que 15 páginas de su discurso en denostar contra el Partido Liberal, repitiendo, en gran medida, el esquema que ya antes Méndez Fleitas lo desarrollara: la anarquía liberal que lo data desde 1904 llegando a 1940, evitando entrar en el gobierno Morínigo, afirmando que “el coloradismo llegó al poder en 1946” (Ynsfran, 1959: 26) y también ignorando el período del “caos natalicista-Guion Rojo” – sector del cual es originario inicialmente - que el entonces dirigente colorado ya en el exilio, Epifanio Méndez Fleitas, destacara para el gobierno Federico Chaves.

A lo largo de la década del ´60 se dan varios discursos de altos dirigentes y autoridades del Partido Colorado que construyen este imaginario asociado a la anarquía liberal de los años 1904-1940. Por ejemplo, en marzo de 1967, ante un público de dirigentes colorados, el entonces alto dirigente partidario, Tomás Romero Pereira, sostiene que

…durante los 34 años de hegemonía el Partido Liberal instaló a 24 Presidentes en el Palacio de López; siendo las características principales de ese tiempo, la anarquía y el atraso, fruto de cuatro revoluciones campales (1909-1912, dos en 1921); tres pronunciamientos militares sangrientos (1908, 1915, 1935); la penetración boliviana en el Chaco, que traspasó ampliamente la zona del statu quo Soler-Pinilla; la autodisolución del Congreso Liberal y la instauración de la dictadura; la proclamación por plebiscito unipartidario, de una Constitución que no fue discutida por los representantes del pueblo ya que la Asamblea Constituyente nunca fue convocada. (Romero Pereira, 1976: 132-133)

En varios momentos históricos entre los años 1904 y 1940, Romero Pereira se encarga en su discurso de destacar la inestabilidad y el caos político, fruto de gobierno liberales. Finalmente, también cuestiona la actuación liberal en el campo de las relaciones internacionales, al señalar que “en su larga gestión pública de 34 años los liberales suscribieron sólo dos tratados de carácter económico internacional. Uno comercial con la Argentina y otro de navegación con el Uruguay. (Romero Pereira, 1975: 135)

En trabajo publicado en 1966 – un año antes del inicio de Constituyente de 1967 que termina aprobando una nueva constitución – Moreno, uno de los panegiristas iniciales, pero no el único - señala reiteradamente que desde 1954 el país vive un ambiente de paz y de tranquilidad.

De cuántas revoluciones sangrientas nos da referencia la primera mitad de nuestros siglos… De cuántos asesinatos por motivos políticos… DE CUANTO DOLOR Y DE CUANTA LAGRIMA se nutre esa época triste de nuestro acontecer histórico, que se cierra definitivamente con el advenimiento realmente oportuno de Alfredo Stroessner a la Primera Magistratura de la Nación. (Moreno, 1966: 18)

Poco más adelante, arremete contra la élite dominante y señala que Paraguay

Fue víctima de muchas injusticias, protagonista de dos cruentas guerras internacionales, y escenario de unas veinte revoluciones fratricidas. Durante casi cinco décadas, el sentido general de un “buen gobierno” se remitía al bienestar económico de unos pocos. La avidez satisfecha de la “élite” dominante era el coeficiente calificativo de la normalidad institucional del país. (Moreno, 1966: 53)

Pero, la construcción de este imaginario no se inicia con Stroessner. El autor retoma el período prerrevolución de 1904, el de la aparente grandeza de la reconstrucción post guerra de la Triple Alianza y coloca al mismo como aquel que consigue unir ese pasado distante con el presente. Así, sostiene que,

El hilo de la historia se corta en 1904, y medio siglo de entumecimiento del desarrollo económico nacional, y medio siglo de extrañamiento de nuestras legítimas realidades democráticas, constituyen el saldo histórico del predominio oligárquico… Cincuenta años después, Alfredo Stroessner abre aquel paréntesis, y da salida a todas las miserias acumuladas a lo largo del territorio patrio, y da entrada a los beneficios formidables de la civilización y de la cultural. (Moreno, 1966: 77)

En este trabajo, Moreno se encarga de citar y esclarecer año por año, las grandes obras del Gobierno de Stroessner. Así comenta estos aspectos entre los años 1954-1966, doce años de la “época de Alfredo Stroessner”. Por ejemplo, y comentando una “obra de gobierno” relacionada a la construcción de un puente sobre el río Tebicuary, al sur del país, éste sostiene que,

El puente tendrá 260 metros de largo y será totalmente hecho en hormigón armado sobre pilotes del mismo material. Formará parte importante de la modernización de la ruta de Asunción a Encarnación, cuyo asfaltado se proyectó auspiciosamente. Pero por mucho que nos halague el rescate de este proyecto tan injustamente relegado, no podemos dejar de lamentar la postergación de medio siglo, que, traducida en estancamiento del progreso y atraso económico, sólo puede explicarse por el imperio de la violencia y la arbitrariedad, por el desbordamiento de las pasiones y los apetitos, por el resumen negativo y retrogradante con que se define el interregno de las oligarquías al servicio de intereses extra nacionales. De su galope alucinante entre revueltas y luchas armadas, nada ha quedado para el inventario del Paraguay grande. Absolutamente nada. Definitivamente nada. (Moreno, 1972:120)

En este pasaje, el autor expresa de manera clara y con fuerza el sentido que tiene la construcción imaginaria del Stronismo en los años ’60. Toda obra de gobierno de Stroessner es colocada contrastándola con el pasado. Es decir, esto sucede ahora que el país se encuentra en un proceso de avance y progreso en función al gobierno Stronista. Sin embargo, para llegar hasta aquí el país debió superar lo “negativo y retrogradante”, se debió superar la postergación de medio siglo de estancamiento del progreso y del atraso económico, del desbordamiento de las pasiones de las oligarquías al servicio de intereses extra nacionales; se ha debido superar los años comprendidos entre 1904 y 1940, de la oligarquía liberal. Este discurso y narrativa se torna cada vez más presente en los años’60. Recordemos que es una reproducción, en una primera parte, de las propuestas desarrolladas por Méndez Fleitas (1965) en relación con el gobierno Federico Chaves que viene para superar la anarquía liberal y el caos natalicista-Guion Rojo. Los propagandistas e intelectuales del Stronismo solo desarrollan la primera parte; la segunda - de la cual tal vez ellos mismos habían formado parte - no era buena pues introduce la idea de que no existe una unidad en el Partido Colorado – que efectivamente nunca lo hubo, pero debía ser construida de manera diferente – y esto no apuntaba a fortalecer al gobierno internamente.

En otro trabajo, éste ya publicado en 1972, los autores se proponen construir un Stroessner filósofo y estadista, consustanciado con una visión geopolítica de la realidad nacional y regional. Se refuerza nuevamente este imaginario ya trabajado anteriormente, del corte de 1954 como donde todo se inicia. Al introducir una referencia a la Guerra del Chaco (1932-1935), estos autores señalan, lo siguiente:

De esta guerra, cuyos aspectos sobresalientes analizaremos más tarde, salieron los confines definitivos del Paraguay de hoy y de la élite de sus combatientes surgió un hombre, Alfredo Stroessner, que por sus múltiples virtudes y cualidades ciudadanas fue llevado a la Primera Magistratura de la Nación, diez y nueve años después de la contienda chaqueña, iniciándose así en el Paraguay la tercera etapa de su proceso histórico-político nacional, en cuyas realizaciones positivas se centraliza el tema de esta obra. (Pérez Moreno & Meo, 1972: 69)

Este trabajo, realizado por un militar (Pérez Moreno) y por un italiano formado en derecho por la Universidad de Roma – quien también fue comentarista internacional en Radio Nacional durante los años ’60 – publicada en dos tomos, es un claro intento por presentar a Stroessner no solamente como un presidente, también como un gran estratega político, con una sólida formación en el campo de la filosofía y de la política. Siendo militar de oficio, Stroessner incorpora en su persona lo más avanzado del pensamiento geopolítico y estratégico, y de esa manera desarrollan su trabajo.

Una guía política de estos tópicos se expresa da manera sumamente clara en una nota de introducción al vitado libro escrita por Juan R. Chaves, en ese entonces presidente de la Junta de Gobierno del Partido Colorado. Este político refuerza nuevamente la construcción del pasado y fortalece la idea que el país cambia desde el advenimiento de Stroessner a la presidencia en 1954.

El Presidente Stroessner apagó la llama de la anarquía y de la discordia e instauró la paz pública. Cubrió el territorio de caminos y puentes. Construyó escuelas. El agua corriente en la Capital es su primer triunfo. Inició la Reforma Agraria. Defendió la dignidad internacional de la Nación. La mayor obra de envergadura es la represa del Río Acaray y el uso de la energía hidroeléctrica. Los Poderes del Estado funcionan legal y democráticamente. En una palabra, Stroessner está con la Patria y con el pueblo en sus días de glorias y de grandezas. (Chaves, 1972: 19)

Esta nota introductoria de Chaves es muy interesante pues recoge y, al mismo tiempo, refuerza todo este proceso de construcción del imaginario Stronista y su representación. En estas palabras que preceden al libro de Pérez Moreno & Meo (1972), Chaves señala que,

Desde el punto de vista político el libro “Stroessner” deja para el presente y para la posteridad una lección digna del mejor encomio, pues, acertadamente define la posición nacionalista del Presidente Stroessner. El nacionalismo de Stroessner se inspira en los grandes conductores de nuestra Patria, el Dr. José Gaspar de Francia, el genio intuitivo que abrazó con pasión la causa de la independencia, Don Carlos Antonio López, el estadista que predicó el orden público como base de la libertad, la paz y el progreso, el Mariscal Francisco Solano López el héroe inmortal de la epopeya, el General Bernardino Caballero, brazo firme en la guerra y patriota sin igual en la larga jornada política de la posguerra, fundador de un partido político popular “La Asociación Nacional Republicana” (Partido Colorado), a cuyo cargo corrió la formación del nuevo Estado Paraguayo y enunció el programa político nacional bajo el lema “Gobierno del pueblo para el pueblo”. (Chaves, 1972: 16-17)

Es importante destacar que uno de los grandes ejes de construcción del Stronismo es también su corte nacionalista; esta es una de las características del Bloque Militar que se constituye en 1936. En esta nota introductoria, el entonces presidente de la ANR-Partido Colorado, recoge las ideas de un nacionalismo que lo asocia a Stroessner e, igualmente, desliza la idea que “desde muy joven” Stroessner abrazó la militancia en el Partido Colorado, lo que sin duda es una invención pues el 11 de enero de 1947, Stroessner, entonces “alto jefe militar y comandante de una unidad” vota con la mayoría de los oficiales para eliminar al Partido Colorado del gabinete de Morínigo. Al mismo tiempo, Chaves en su introducción, abraza el concepto de la revolución pacífica que los autores del libro asocian al gobierno de este militar, para concluir con el corte que se introduce desde 1954. En estos comentarios de Juan R. Chaves presentados como introducción al libro de Pérez Moreno & Meo, en líneas generales tenemos:

i)                 Stroessner como nacionalista que encara y recupera en vida a los héroes del pasado constructores de la Patria: José Gaspar de Francia, Carlos Antonio López, Francisco Solano López y, obviamente, Bernardino Caballero, héroe no solamente de la guerra de la Triple Alianza y estrecho colaborador de Francisco Solano López, también un reconstructor y héroe posguerra. Stroessner encara este pasado en el presente.

ii)                Stroessner como militante del Partido Colorado desde “muy joven”. Esta construcción sabemos que es inventada, recién se afilia a dicha organización política en los años ’50.

iii)               Stroessner encara, según Pérez Moreno y Meo, la revolución pacífica. Creo que este es un concepto que se inicia con estos autores y se desarrolla a lo largo de más de 15 años, hasta fines del gobierno de este. Se construye la idea y concepto que el gobierno instalado en 1954 por el Bloque Militar Deformado inicia una revolución pacífica.

iv)              Finalmente, Stroessner como aquel que termina con la “anarquía” de gobierno liberales, e instaura la paz pública. Esto es uno de los puntos más fuertemente desarrollado por la intelectualidad stronista, citando las varias obras de “progreso” de dicho gobierno que se extienden hasta inicios de la década de los ’70.

Por lo que observamos, todos estos puntos pasan por un procedimiento de construcción imaginaria asociado a una determinada representación del Bloque Militar Deformado y del mismo Stroessner. Esta nota de Chaves nos aclara perfectamente que el proceso ya está en andamiento. El mismo será profundizado en los siguientes años con el apoyo firme y decidido de panegiristas e intelectuales del Stronismo. Y, al mismo tiempo, será repetido en discursos de dirigentes del Partido Colorado a lo largo y ancho del país. Esto contribuirá a que el mismo sedimente en los “corazones y mentes” de paraguayos y paraguayas durante la década de los ’70 y posteriormente.

Otro material que abarca los primeros diez años del Gobierno de Stroessner es el de Monte Domecq (1969). Si bien se publica en 1969, esta obra analiza, al igual que el de Moreno, los primeros diez años del Stronismo, es decir, 1954-1966. Como el trabajo se dispone a analizar estos años de gobierno, el autor tiene la colaboración de varios intelectuales asociados al gobierno. Considero que, en varias de estas obras publicadas sobre el Stronismo en los años ’60 y ’70, las presentaciones o introducciones por parte de “invitados” del autor o autores son importantes contribuciones al entendimiento de lo que estaba siendo colocado en esos momentos en términos políticos en Paraguay. En el prólogo al trabajo de Monte Domecq, Saguier Aceval, uno de los renombrados intelectuales del Stronismo, señala que:

El pueblo sigue festejando el hecho de que hayan sido desterrados – son los únicos “desterrados” por el Gobierno de Stroessner – el luto, la miseria, la desolación, las revoluciones fratricidas, los cuartelazos, las subversiones, las asonadas y las luchas banderizas a cargo de los caudillos de turno. Ya no más las estériles y sangrientas batallas en las ciudades y en los campos, causantes de los desastres demográficos y de la anarquía y el desorden… Hay semejanza inequívoca con la obra de Don Carlos Antonio López, con el carácter irreductible y patriótico del Mariscal Francisco Solano López y con la conducción feliz de Bernardino Caballero. (Saguier Aceval, 1969: 8)

Es ya más fácil identificar tres movimientos en el proceso de construcción del Stronismo por parte de sus intelectuales: i) un primer momento como aquel que trae la paz y la tranquilidad al país, alejando al “luto, la miseria, la desolación, las revoluciones fratricidas, los cuartelazos, las subversiones, las asonadas y las luchas banderizas a cargo del caudillo de turno”. Stroessner y el Stronismo son construidos como el gobierno que, a pesar de surgir de un golpe de estado del Bloque Militar Deformado Stronista, se constituye como poder alejando o defenestrando definitivamente la “anarquía liberal” y el “caos natalicista”, siendo que lo último ya queda fuera del discurso, ii) un segundo momento, es el de asociar Stroessner y el Stronismo como continuidades de Carlos Antonio López, Francisco Solano López y Bernardino Caballero. Otro eje de construcción del imaginario stronista es también el de, iii) representar el anticomunismo y la fe en la Iglesia Católica y en sus dogmas.  Todo esto sustenta una fuerte construcción imaginaria de Stroessner y del Stronismo.

Un segundo texto introductorio a esta obra de Monte Domecq es nada más que de uno de los grandes ideólogos de lo que se dio en denominarse de lopizmo en Paraguay, Juan Emilio O’Leary. Este gran intelectual del nacionalismo sostiene que,

Y fue la guerra de la Triple Alianza.

La larga agonía retardó nuestro resurgimiento. Cuarenta años de guerra fraternal del liberalismo sembró miseria y destrucción. Pero el Paraguay salió del caos y de la miseria y llegaron para él días de creciente progreso. Y hoy un gran soldado nos encamina a una constante superación, material y espiritual. El General Stroessner, se reveló un estadista extraordinario y en asombroso esfuerzo nos lleva, en un progreso constante, a un porvenir cada más halagüeño.

Ahora sí, podemos decir que el Paraguay está en marcha. (O’Leary, 1969: 11-12)

De esta manera, O’Leary, uno de los fuertes intelectuales del Stronismo, se suma a la construcción del imaginario sobre Stroessner. Superando la “guerra fraternal del liberalismo” que por más de cuarenta años retardó el resurgimiento del país, un gran soldado “nos encamina a una constante superación, material y espiritual”: el general Alfredo Stroessner. Con esto, según O’Leary, es posible decir que “el Paraguay está en marcha”. Igualmente, podemos afirmar que este proceso de construcción imaginaria se va consolidando poco a poco durante la década de los ’60 del siglo XX en el país.

Monte Domecq en la introducción al libro, declara su intención por destacar los primeros años del Stronismo y, de esta manera, busca cristalizar la idea de que este gobierno, que se inicia en 1954, es el del progreso,

La década del 60-70 señala para la República del Paraguay una época de progreso irrebatible que nos ha impulsado a publicar el presente libro que – con el título “Un Decenio de Progreso” – pretende documentar en sus páginas las manifestaciones más elocuentes de ese orden, a través de la trascendental obra de gobierno del general ALFREDO STROESSNER. (Monte Domecq, 1969: 15)

Es interesante acompañar la propuesta editorial de la obra, pues la biografía – año a año –, escrita por Cristóbal Frutos Nuffamer de Stroessner, ocupa la primera parte del libro.

Otro intelectual stronista, y por varios años director del diario del Partido Colorado, Patria, señalaba en su contribución a “Un decenio de progreso”,

Tal solo ayer, el Paraguay tenía fama de ser el país más levantisco, revoltoso e inestable de América. Hoy, es precisamente lo contrario, una nación disciplinada, trabajadora y pacífica, enclavada en medio de un continente en convulsión, apresado en una peligrosa maraña de problemas sociales y económicos, y enfrentando al sombrío panorama del descontento popular, afanosamente explotado por las fuerzas obscurantistas de nuestro siglo. (Halley Mora, 1969: 131)

Aquí Halley Mora hace suyo el entendimiento que ya Méndez Fleitas había colocado en relación con la anarquía liberal y el caos natalicista. Solo que estos intelectuales del Bloque Militar deformado stronista “olvidan” que justamente el Gobierno de Federico Chaves (1949-1954) ya había tomado iniciativas importantes en el sentido de estabilizar el país, económica y políticamente.

A lo largo de los años ’60 y ‘70 del siglo XX, intelectuales y panegiristas del Stronismo fueron, poco a poco, construyendo el imaginario que, el gobierno que se inicia en 1954 con Stroessner, es aquel que introduce la pacificación política y desarma los ánimos en el país. A lo largo de las páginas anteriores he tratado de demostrar que, en realidad, estos intelectuales recogen las ideas ya desarrolladas previamente por Epifanio Méndez Fleitas en relación con el Gobierno de Federico Chaves (1949-1954) del cual él mismo terminará apartándose en enero de 1954. Nada de originalidad en esta narrativa stronista, salvo el hecho de haber “ignorado” la parte relacionada al caos natalicista-Guion Rojo que Méndez Fleitas levantaba; el refuerzo del sentido nacionalista – un eje que, dentro del ejército ya fue instalado en 1936 -, es el segundo momento en esta construcción de que el mismo introduce la pacificación y desarma los ánimos en la sociedad paraguaya post golpe de 1954.

II.    El Stronismo introduce la estabilidad y la reconstrucción del país

A partir de 1949, cuando Federico Chaves inicia su gobierno luego de una serie de golpes y contragolpes, se inicia un lento pero firme proceso de “reconciliación espiritual” en el país. Esta situación, en el contexto de un gobierno autoritario-civil como fue el de Federico Chaves (Orué Pozzo, 2020), busca recuperar una cierta estabilidad “espiritual” en la sociedad paraguaya que conoció de violencias y exilios masivos luego de la finalización de la guerra civil de 1947, y que culmina con la derrota del Bloque Militar “original” que lleva al gobierno al Partido Colorado. Al mismo tiempo inicia un proceso de estabilidad y equilibrio económico, estableciendo acuerdos con instituciones multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que desembarcan en el país en 1952. Igualmente, este gobierno busca sanear el poder judicial sumamente debilitado y cautivo de las estructuras partidarias del Partido Colorado. 

En 1965, poco menos de diez años después de los sucesos de enero-junio de 1954 que llevan a Stroessner a la presidencia, Epifanio Méndez Fleitas señalaba lo siguiente:

Llamo Política del Coloradismo a la época en la que la Junta de gobierno del Partido tenía intervención decisiva en los más graves asuntos de Estado: la última de esas intervenciones fue la de su auto-inhabilitación decretada el 21 de Diciembre de 1955, por obra de su entonces Presidente, Arq. Tomás Romero Pereira. Llamo política de la Tiranía, a la que se inició en ese acto, dando lugar al discrecionalismo de Stroessner. (Méndez Fleitas, 1965: 304)

Es decir, para este dirigente colorado, entonces en el exilio y con una gran participación en la vida política del país durante la primera mitad de los años ’50, la década 1950-1960 está hecha como de intento por el destino: los primeros cinco años corresponden a la política del Coloradismo (“el quinquenio colorado”), y los cinco siguientes al de la Tiranía, que corresponde al gobierno de Stroessner entonces en sus primeros años. El quinquenio colorado, asociado al Gobierno Chaves (1949-1954) contenía tres ejes de actuación, según se desprende del discurso de éste durante la campaña para su reelección en 1953: i) pacificación espiritual, es decir, pacificación de la República luego de una violenta guerra civil en 1947, ii) estabilidad financiera, con un programa de Estabilización y Fomento aprobado por el Consejo Nacional de Coordinación Económica y, iii) poder judicial reformado y un retorno a las normas democráticas, culminando en una Asamblea Nacional Constituyente (Orué Pozzo, 2020).

En un trabajo publicado en 1950 por dos líderes del entonces “chavismo” o sector “democrático” al interior del Partido Colorado, se caracterizan los últimos años del escenario político paraguayo como aquel de la “anarquía permanente” que corresponde a los años 1904-1940 de dominio y control liberal. Por otro lado, denominan de “caos natalicista” como aquel comprendido entre los años 1946-1949 al interior del propio Partido Colorado y de la sociedad paraguaya (Méndez Fleitas & Chaves, 1950), donde el grupo natalicista- Guion Rojo tenía su importancia al interior del Partido Colorado y de la sociedad paraguaya. Un año después de la asunción de Chaves a la presidencia - golpe militar de por medio y electo para asumir la presidencia por la Cámara de Representantes -, el propio Méndez Fleitas, en las Notas preliminares a una publicación, introduce una caracterización de este gobierno entonces en pleno desarrollo,

Hoy, ya no es un crimen ser colorado; hoy es un orgullo el serlo. Las notas de la más bella polca paraguaya aúnan los corazones bajo la insignia gloriosa del Coloradismo, en tanto el sol de la nueva RECONSTRUCCION alumbra los caminos fecundos y seguros de la paz. (Méndez Fleitas, 1950: 15)

Más adelante, estos altos dirigentes políticos del Partido Colorado en relación con el gobierno de Federico Chaves vuelven a afirmar que,

…una acción de esta envergadura requiere, para su eficacia, la movilización de todas las fuerzas potenciales de la masa del Pueblo; no hay otra forma de operar la Reconstrucción. La cual equivale a decir que se precisa una acción de conjunto, un movimiento uniforme, social, orgánico. Ha menester, en suma, una activación nacional con presencia y sentido del Pueblo. (Méndez Fleitas & Chaves, 1950:168)

Es decir, es el Gobierno Federico Chaves (1949-1954) el que introduce la propuesta de estabilidad económica - o por lo menos lo explicita, aunque tampoco lo realiza efectivamente -, busca y sustenta la reconstrucción del país luego de una guerra civil que deja a la república dividida en dos.

Por otro lado, el mismo Méndez Fleitas desarrolla la idea que los años comprendidos entre 1904-1940 corresponde a los años del “caos liberal”, mientras que aquellos comprendidos entre 1946-1949 inclusive, a la “anarquía natalicista”, es decir, a los años de hegemonía del grupo de J. Natalicio González – Guion Rojo – al interior del Partido Colorado. Los años de Federico Chaves (1949-1954) constituyen entonces, aquellos de la estabilidad económica y de la reconstrucción; mayo de 1954, cuando asume el Bloque Militar stronista, se introduce el tiempo de la tiranía.

A inicios de la década de los años ’50, siendo entonces Jefe de Policía de la Capital, Méndez Fleitas afirma que “el Coloradismo es un Partido de orden, tal así lo define con esquemática precisión el doctor Federico Chaves. Es decir, el orden de la democracia que es el orden por excelencia.” (Méndez, 1951: 151) Busca de esta manera, construir un imaginario de democracia asociado al Partico Colorado,

Si la historia es elocuente en el pasado partidario del Coloradismo, su presente es más auspicioso todavía. Fuimos hace medio siglo los fundadores de la democracia paraguaya. En 1904 abandonamos el poder como no ha vuelto a ocurrir desde entonces….

Sea, pues, nuestra invocación hacia el espíritu del Centauro, por que se cumpla bajo su patrocinio augusto la nueva Reconstrucción; y que su Partido acredite ser, una vez más, como lo fue en el pasado, el instrumento de la Nación para realizar su magno objetivo: el Estado de Derecho, el Orden para la libertad. (Méndez, 1951: 152-154)

De esta forma Méndez construye una representación del gobierno de Federico Chaves, como el de la “nueva Reconstrucción”, para realizar el estado de derecho. Entonces, en los primeros años de la década del ’50, el Partido Colorado y el gobierno Chaves, encarnaban esas ideas de reconstrucción y de instaurar nuevamente el orden en el país.

A continuación, voy a tratar de demostrar cómo y de qué manera los intelectuales y propagandistas del Bloque Militar stronista se apropian de estos procesos de construcción simbólica, lo resignifican para la dictadura, y desarrollan como propio, es decir, como algo estrictamente asociado al Gobierno Stroessner; poca imaginación podrán pensar. Y efectivamente, es parte de entender cómo y en qué medida se da un contrapunteo entre la tragedia y la comedia en esos años post guerra civil.

Una de las contribuciones importantes a la obra de Monte Domecq (1969), que se da en el plano de la economía, es la del entonces presidente del Banco Central, César Romeo Acosta. Este sostiene que,

El General Stroessner, al asumir el Gobierno en 1954 encontró que el país se debatía en medio de un proceso de inflación que impedía el crecimiento económico y castigaba severamente el bienestar de un pueblo. Una de sus principales preocupaciones fue detener ese grave mal en el que se advertían influencias invisibles que daban a la situación económica y social un esquema adecuado para violentas explosiones sociales. (Romeo Acosta, en Monte Domecq, 1969: 117-118)

Estas consideraciones de Romeo Acosta introducen uno de los ejes de construcción imaginaria del Stronismo como Bloque Militar deformado desde 1954. Sostiene que al asumir el gobierno se encontró con un país al borde del caos. Sin embargo, no explica que el gobierno anterior de Chaves también era un gobierno colorado. Esa estructura es la que se impone durante los años posteriores y acaba siendo incorporada por diversos sectores políticos y sociales, como eje explicativo del aparente éxito del Stronismo en el país.

Poco más adelante, el entonces presidente del Banco Central apunta

Una característica saliente del desenvolvimiento de la economía nacional ha sido siempre la depreciación continuada de la moneda. Ese proceso inflacionario desarrollado ininterrumpidamente durante más de medio siglo, fue uno de los principales factores retardatarios de desarrollo…El clima de inseguridad derivado de la inestabilidad monetaria y de la inestabilidad política desalentaba toda posibilidad de nuevas inversiones y se sumaba al proceso de descapitalización de las empresas para determinar el estancamiento de la economía. (Romeo Acosta, en Monte Domecq, 1969: 118)

El presidente del Banco Central introduce elementos que son aquellos que la intelectualidad y los propagandistas del Bloque Militar deformado introducen como construcción simbólica e imaginaria desde los años ’60. Es decir, pre-asunción de Stroessner al poder, en 1954, existía: i) inestabilidad económica y, ii) inestabilidad política. El Bloque Militar deformado viene justamente, según estas colocaciones de Romeo Acosta, a “corregir” la situación. Sin embargo, el proceso de estabilidad económica ya lo presenta y desarrolla el Gobierno de Federico Chaves con la misión del Banco Mundial-FMI en 1952, fundación del Banco Central del Paraguay (BCP) y la creación de un Consejo de Economía en 1952 para implantar una política de estabilidad monetaria y económica, como fue señalado más arriba. Igualmente, la estabilidad política que dice sustentar al gobierno Stroessner, es un proceso de “estabilidad” ya viene desde 1949, cuando asume Federico Chaves; ningún “golpe” o inestabilidad desde entonces hasta la crisis de diciembre 1953, enero 1954 que, en mayo de ese año, lleva a la caída del mismo. Es decir, existe claramente una nueva narrativa construida para sustentar el nuevo Bloque Militar deformado stronista.

Según Méndez,

El año 1953 se inició con la adopción por el Gobierno del primer Plan de Estabilización y Fomento Económico en cuya elaboración, por instrucciones del Presidente Chaves, hacía meses veníamos trabajando con el Dr. Richard Berhendt, experto de Naciones Unidas, el Dr. Enciso[6] y yo. Por la misma disposición se creaba la Comisión de Planeamiento Económico dependiente del Consejo Nacional de Coordinación Económica. (Méndez, 1965: 307)

Para el entonces uno de los políticos de mayor peso y de fuste del Partido Colorado, el programa de Estabilización y Fomento Económico aprobado por el Consejo Nacional de Coordinación Económica es uno de los primeros grandes esfuerzos de planeamiento económico que se instituye en el país, siendo “un esfuerzo ordenado y sistematizado para preparar las bases para el desenvolvimiento más amplio y fecunda posible de nuestras fuerzas vivas” (Méndez, 1965: 307). Es decir, el proceso de estabilización económica y de reconstrucción de Paraguay post guerra civil, se inicia, según Méndez Fleitas, con el advenimiento de Federico Chaves al poder. Es una disputa por las narrativas, sin duda alguna.

En el año 1972 se inaugura el Instituto Colorado de Cultura con el objetivo de “intensificar la política cultural del partido”, según palabras de H. Sánchez Quell (1972a:3). Entre marzo y diciembre realizan un ciclo de conferencias que lo denominan “Hombres e ideas”. Estas se desarrollan en distintos puntos del país, siendo un total de diez charlas sobre personalidades del Partido Colorado. Cada volumen sobre un tema distinto asociado a la doctrina del partido, a uno de sus fundadores, a líderes como Ignacio A. Pane, Fulgencio R. Moreno, Juan E. O’Leary, Bernardino Caballero, Ricardo Brugada y obviamente Alfredo Stroessner, entre otros. Estos folletines tienen una extensión que va de 16 a 17 páginas hasta 40 a 42. Según la Junta de Gobierno, este ciclo de conferencias recorre un total de 2.974 kilómetros, pronunciando en 10 localidades del interior del país conferencias sobre la vida y la obra de los grandes maestros del Coloradismo, difundiendo el Programa del Partido y distribuyendo 2.500 volúmenes de autores colorados; un claro programa de construcción y divulgación del Stronismo, asimismo de desarrollo de un eje cultural.

La primera se realiza en Asunción, y está a cargo de E. González Alsina. La publicación de esta conferencia tiene una introducción de H. Sánchez Quell. Observamos la participación activa de dos grandes intelectuales de la ANR; la actividad inicial cuenta con la presencia de Alfredo Stroessner. La última charla se lleva a cabo en diciembre de 1972, en Asunción y la cierra H. Sánchez Quell. El tema: “Alfredo Stroessner. El programa colorado y el desarrollo paraguayo”[7]. En esta oportunidad, el intelectual colorado sostiene el mismo esquema narrativo,

Los liberales se fueron así dividiendo en cívicos, radicales, jaristas, rojistas, gondristas, schaeristas, guggiaristas, etc. Y cada división seguía la lucha armada, que al final se volvió endémica. En 35 años el país sufrió 21 revueltas y cuartelazos, todos provocados por sectores del liberalismo. Se sucedieron 22 Presidentes de la República. Mientras la revolución reclutaba en la campaña el gobierno reclutaba en la capital. (Sánchez Quell, 1972b: 5)

Más adelante, termina resolviendo esta ecuación al afirmar que,

Después de tantos años de revueltas y cuartelazos que ensangrentaron la patria, matando gente inocente en las calles y en los campos, y ahuyentando a miles de compatriotas que cruzaban las fronteras en busca de tranquilidad y de trabajo, llegó el hombre que trajo la bendición de la paz. Stroessner comprendió que sólo en la paz fructifica el trabajo. Y que la paz era previa e indispensable para poder realizar el programa. Hoy ya las madres paraguayas no visten de luto por sus hijos muertos en revoluciones. Hoy ya las cruces no siguen aumentando a la vera de los caminos. Hoy los diarios japoneses, con un tiraje total de 70 millones de ejemplares, califican al Paraguay como “el país más estable de América Latina”. (Sánchez Quell, 1972b: 8-9)

Poco a poco se va consolidando, en el imaginario construido y reproducido por intelectuales stronistas, la idea que es Stroessner quien impulsa por primera vez la paz, el equilibrio político y la reconstrucción del país. En realidad, con igual empeño político, antes de la llegada del Bloque Militar Deformado Stronista al poder, esta narrativa ya había sido desarrollada para el gobierno de Federico Chaves (1949-1954) por varios intelectuales y activistas del así denominado chavismo o “sector democrático” del Partido Colorado en el interregno 1949-1954.

Quien fue durante varios años jefe de Redacción del diario Patria - entonces órgano oficial del Partido Colorado -, Mario Halley Mora, uno de los grandes panegiristas del Stronismo y al mismo tiempo intelectual con vasta producción en el campo de la dramaturgia paraguaya, señala, en relación con el gobierno de Stroessner que,

Es como si la Historia hubiera sufrido un vuelco, trocando papeles y desplazando conceptos. Tan solo ayer, el Paraguay tenía fama de ser un país más levantisco, revoltoso e inestable de América. Hoy, es precisamente lo contrario, una nación disciplinada, trabajadora y pacífica, enclavada en medio de un continente en convulsión, apresado en una peligrosa maraña de problemas sociales y económicos, y enfrentando al sombrío panorama del descontento popular, afanosamente explotado por las fuerzas oscurantistas de nuestro siglo. (Halley Mora, M. en R. Monte Domecq, 1969: 131)

Es interesante destacar estas palabras de Halley Mora ya en el contexto del proceso de construcción imaginaria del Stronismo. La intelectualidad stronista, como señalaba más atrás, desde los años ’60 del siglo XX, se dedicó de lleno a construir una imagen del Bloque Militar Deformado Stronista en sus distintas dimensiones. Han pasado más de diez desde 1954, cuando asume Stroessner, y la construcción de un Stronismo como Bloque Político está en plena marcha. Sin embargo, es también necesario destacar la estabilidad que introduce este gobierno, en el contexto “revoltoso e inestable de América”, como lo apunta Halley Mora más arriba. El país, según esta narrativa, no solamente ha superado la fama de ser “un país más levantisco”, sino que también se destaca ser “una nación disciplinada, trabajadora y pacífica”. Una construcción imaginaria sumamente coherente: cuestiona el pasado y apunta las grandes debilidades, y apunta al presente, señalando sus características principales.

En la primera charla organizada por el Instituto Colorado de Cultura, en marzo de 1972, E. González Alsina, uno de los más importantes propagandistas del gobierno por esos años, construye una asociación entre los años post guerra de la Triple Alianza con el gobierno de Bernardino Caballero, y los años del gobierno Stroessner. Ambos introducen estabilidad y ambos reconstruyen el país, luego de la anarquía y el caos. Caballero en la post guerra y Stroessner en la post “anarquía liberal”. Apuntaba, en relación con el inicio de la “época liberal”: “Pero cayó la noche en 1904, y el país quedó a la deriva, martirizado hasta en su orfandad con los baños de sangre de las facciones que poblaron los cruces de todos los caminos de la República. Ya no hubo paz, ni respeto a las instituciones” (González Alsina, 1972: 31). Ante esta situación que se introduce al país desde 1904, es necesaria una acción de manera a introducir nuevamente la paz y respeto a las instituciones. Apunta más adelante que,

Había llegado la hora de un nuevo liderazgo político del Partido Colorado, y la nación tendría la fortuna de que apareciera ese líder, iluminado por la esperanza de las grandes mayorías populares, ennoblecido por sus convicciones nacionalistas de hondo arraigo, y señalado por una ejemplar conducta ciudadana. Otra vez podía decirse “Ese es el hombre”, como se dijo del General Caballero, y otra vez el tiempo lo confirmaría. Necesito nombrarlo yo acaso, ahora, cuando está aquí con nosotros el General-Presidente Alfredo Stroessner? (González Alsina, 1973: 30-31)

La narrativa de la reconstrucción del país es recurrente en nuestro proceso político. En un pequeño folleto publicado en 1939, O’Leary se refiere a Bernardino Caballero como “el estadista que fue el reconstructor de su patria”[8] (p. 31). Entre 1950 y 1953, intelectuales asociados a la línea “democrática” o chavista del Partido Colorado, señalan reiteradamente que el gobierno de Federico Chaves, que se inicia en 1949, es aquel que trae nuevamente la pacificación al país luego de la guerra civil de 1947, y también inicia la reconstrucción dada la gran fractura interna que produce este conflicto (Méndez 1965; Méndez &Chaves, 1950). Esta narrativa es la que es eliminada por los intelectuales y propagandistas del Stronismo años más tarde introduciendo otra perspectiva, cual es que todo se inicia en mayo de 1954. Lo que trato de demostrar es que, en este contexto, el golpe del 4-8 de mayo de 1954 no se entiende, si no es en el contexto de la presencia de un Bloque Militar Deformado y reconstruido Stronista. Es este el eje desde el cual gira todo este proceso y considero que la narrativa del Stronismo, que se inicia inmediatamente al golpe de mayo de 1954, se comprende en este contexto.

Si bien Moreno en algunos momentos introduce el tema de la revolución colorada con Stroessner, es en el trabajo de otros propagandistas del Stronismo que esto se construye de forma más sistemática. Me refiero al trabajo de Sindulfo Pérez M. y Carlos Meo, publicado en 1972. Esta obra, titulada Stroessner, consta de cuatro capítulos: Stroessner en la filosofía del poder, Stroessner en la Política como ciencia y arte, con relación a la Historia como ciencia y arte, Stroessner y su visión geopolítica del Estado, y finalmente el cuarto capítulo, Stroessner en la profesión militar. Carlos Meo, como señalaba más atrás, es un italiano, graduado en Derecho por la Universidad de Roma. Se traslada a América Latina en el año 1947, y reside en Paraguay desde 1962. En febrero de 1966 fue designado director del Programa “Panorama Internacional” de Radio Nacional, y al año siguiente profesor de la cátedra de Estrategia Política de la Escuela Superior de Guerra. Sindulfo Pérez Moreno es general de Brigada (SR). Es una buena combinación en el sentido de un panegirista que viene de un pensamiento conservador italiano, con un militar paraguayo que da la perspectiva que finalmente Stroessner no es solo un líder civil, es también un líder militar.

Uno de los grandes “aportes” de esta obra, ya a más de quince años de gobierno de Stroessner, está en el capítulo primero, en el cual bajo el título de “Stroessner en la filosofía del poder”, intentan dar una sustentación filosófica a los años del Stronismo,

En efecto, el “NUEVO ORDEN DE REVOLUCIÓN PACÍFICA” creado por Stroessner en el Paraguay abarca un sentido universal del Poder, representado por sus realidades, su fuerza y sus capacidades. Este hecho, con proyecciones múltiples hacia el futuro, da la medida exacta del alcance del término “PODER” como un todo orgánico, cuya actividad además de política y militar, es al mismo tiempo la interacción de energías de toda índole, tanto en el aspecto individual como colectivo…. Para aclarar, ahora, lo que queremos decir cuando usamos la expresión “NUEVO ORDEN DE REVOLUCION PACÍFICA”, reproducimos a continuación su interpretación y explicación, empleando las mismas palabras del Presidente Stroessner en ocasión de dirigirse al Congreso Nacional. (Pérez & Meo, 1972: 87)

Como apuntaba más arriba, en este primer capítulo los autores introducen uno de los conceptos claves que luego los líderes políticos del Partido Colorado y el Stronismo se encargarán de desarrollar y diseminarlo: el de revolución pacífica. Stroessner enlaza su pensamiento a partir de dos eminentes pensadores griegos: Platón y Aristóteles, y construye la identidad nacional a partir de los padres fundadores de la patria: Francia, los López y Bernardino Caballero. Una construcción intelectual del líder, que así se transforma en una persona que trasciende la propia realidad paraguaya. La revolución pacífica llega para poner fin a la anarquía de los años liberales y dar al pueblo paraguayo la tranquilidad y el progreso. Es para reconstruir el país. Todos unidos en torno a este proceso.

III.  Stroessner y su gobierno, como aquel que trae la unidad al interior del Partido Colorado

El 27 de octubre de 1955 se realiza una jornada en la Junta de Gobierno del Partido Colorado conocida como el Reencuentro Partidario. Esta fue, según palabras del entonces presidente de la Junta de Gobierno, Tomás Romero Pereira, una

…reunión de hombres preminentes del Partido, convocado por su Junta de Gobierno, tiene por fundamental objetivo iniciar conversaciones que tiendan a la consolidación definitiva de sus cuadros directivos y la reagrupación de las masas del Coloradismo. (Junta de Gobierno, 1956: 5)

Es decir, una reunión con el interés por reagrupar a dirigentes que estaban en el ejercicio del poder, y también aquellos que estaban “momentáneamente alejados de la vida activa del partido”, según se expresa en la introducción de esta publicación. Todo esto, para avanzar con el gobierno del entonces jefe militar Stroessner, dar visos de unidad partidaria y fortalecer políticamente a la ANR a pesar de todas sus divisiones. Este pequeño folleto es el claro ejemplo de cómo se construía la “unidad” al interior del Partido Colorado; parte de esto la hemos analizado en un texto anterior (Orué Pozzo 2020). La primera parte del documento trae la transcripción taquigráfica de los distintos dirigentes presentes. Sin embargo, no incluye las palabras del entonces activo y reconocido dirigente y miembro de la Junta de Gobierno, Epifanio Méndez Fleitas, un actor político de suma importancia en octubre de 1955 y también para el consenso en torno a la figura de Stroessner entre el 4-8 de mayo de 1954. Este dirigente político colorado, desde la finalización de la guerra civil – inclusive mucho antes – fue a lo largo de los primeros años de los años ‘50 hasta 1955, miembro de la Junta de Gobierno. Al año siguiente del “reencuentro partidario”, el 4 de marzo de 1956, se realiza la convención del partido de manera a elegir nuevos miembros titulares de la Junta de Gobierno y también la comisión ejecutiva del mismo, consensuada en el encuentro de octubre de 1955; la convención confirma a Romero Pereira en la presidencia[9]. Sin embargo, el “consenso de octubre de 1955” tiene su primer quiebre: Epifanio Méndez Fleitas ya no integra esta directiva, a pesar de haber sido un actor importante para que Stroessner y el Bloque Militar Deformado llegue al poder; este dirigente es expulsado de toda actividad partidaria, asimismo del gobierno y parte para el exilio. Una nueva “unidad” se construye al interior de esta organización política. En poco tiempo, una parte importante de aquellos dirigentes que participan de la reunión del 27 de octubre, o son cooptados totalmente por Bloque Militar Deformado Stronista, o ya están abiertamente en la oposición política al mismo.

Recordemos que en enero de 1954 se produce una situación de crisis al interior del Gobierno de Federico Chaves. Esta situación es apuntada por quien fuera uno de los grandes panegiristas del gobierno Stroessner, en una obra sobre Romero Pereira destacando que esto lleva a la salida del “ministro del Interior, Arq. Tomás Romero Pereira; del Ministro de Hacienda, Dr. Guillermo Enciso Velloso y de otras figuras del Partido Colorado” (Monte Domecq, 1982:131). Nuevamente, en una obra hagiográfica sobre Romero Pereira, Monte Domecq ignora o elimina a Méndez Fleitas, colocando simplemente que se alejaron del gobierno “otras figuras”, sin aclarar quien o quienes fueron éstas; el sujeto de “otras figuras” ya estaba radiado del partido y del gobierno.

En su mensaje de fin de año de 1960, el entonces presidente de la Junta de Gobierno de la ANR, Jorge Bernardino Gorostiaga, en relación con la situación interna, apuntaba,

En el campo del coloradismo, el entendimiento y la unidad son perfectos, a pesar de la expulsión de dos docenas de anárquicos inadaptados, cuya erradicación ha sido celebrada por la ciudadanía colorada de la capital y del campo, a través de adhesiones expresadas de las Comisiones Seccionales y de otras comunicaciones colectivas e individuales, que respaldan fuertemente a la Junta de Gobierno de mi Presidencia. A la CASA DE LOS COLORADOS llegan para expresar su amistad franca y alentadora, todos los prestigiosos caudillos y hasta los más modestos correligionarios, que conocen y tienen conciencia de lo que significa mantener la unidad partidaria fundada en el cumplimiento de las leyes, reglamentos y resoluciones y en el acatamiento de las autoridades legítimas de nuestro partido…adversarios que quieren hacer aparecer a nuestro partido como dividido porque las dos docenas de afiliados expulsados fueron a constituir en Resistencia (República Argentina) una Junta de Gobierno por el exclusivo voto de ellos mismos, Junta que no tiene asidero ni resonancia en el ámbito nacional ni partidario. (Gorostiaga, 1960: 10)

Gorostiaga construye un partido- poco tiempo antes su alto cuerpo directivo fue fragmentado y dividido, gran parte de estos apresados y enviados al exilio, con una Cámara de Representantes disuelta por el Bloque Militar Stronista -, como una asociación política que está unida, exhortando fuertemente a que los “adversarios” depongan esta actitud de oposición interna y subversiva, que acepten finalmente la situación política del país y se integren a la reorganización interna partidaria.

En su mensaje de fin de año de 1960, el entonces presidente de la Junta de Gobierno de la ANR, Jorge Bernardino Gorostiaga, destacaba “el completo entendimiento existente entre Gobierno, Partido y Fuerza Armadas” que es “la piedra angular que sostiene el gran edificio que está construyendo el Coloradismo” (Gorostiaga, 1960: 3)

Estas, de alguna manera, constituyen acciones y palabras semejantes a las empleadas por la entonces mayoría de la Junta de Gobierno entre los meses de mayo y junio de 1954, de manera a imponer la candidatura de Stroessner a la presidencia como representante de la ANR: intervienen y reorganizan seccionales a lo largo y ancho del país, sustituyen dirigentes, y emprenden una enérgica campaña de manera a “construir el consenso” en torno a la candidatura de Alfredo Stroessner a la presidencia en las elecciones de junio de 1954 (Orué Pozzo, 2020).

En esos momentos, 1954, en función a la profunda crisis política al interior de la ANR, la Junta de Gobierno dispone la ejecución de varias acciones tendientes a lograr la “unidad” de esta asociación política. Sectores de oposición a la conducción partidaria crean un Consejo Nacional de Unificación Partidaria que se “opone” a la unidad que, desde la dirección de la ANR, en esos momentos se estaba ejecutando. La respuesta es inmediata. En poco tiempo estos sectores de oposición interna publican un folleto acusando al epifanismo de hacer “tabla rasa de la Unidad Partidaria, de haber hecho “del vocero oficial del partido” un pasquín. Es un ajuste de cuentas del sector natalicista- Guion – que en esos momentos se encontraban todavía en la oposición interna – con el epifanismo y su líder.

Su campaña difamatoria contra correligionarios honestos y capaces, demuestra su proterva mentalidad. Su charlatanería insustancial ya no alcanza a engañar ni a los más ingenuos. Su equizofrenia, su megalomanía, su mesianismo, se traducen en una dialéctica viperina, en la que sólo entran la intriga, la calumnia, la mentira. (Epifanio versus Unidad, s/f, p. 4)

El folleto publica textos del diario oficial de la ANR en esos momentos – estamos en el período clave de los meses de mayo y julio de 1954 – dirigido por Méndez Fleitas, a quien acusa y lo descalifica de diversas maneras. Con la “misión” de construir la unidad, el director de Patria emprende una campaña de manera a sanear el partido de elementos nocivos, de manera a controlar a los asociados y volcarlos al apoyo que la Junta de Gobierno necesita en esos momentos, es decir, el apoyo al pacto político con el Bloque Militar Deformado Stronista. La oposición interna que publica este folleto entiende que por detrás de todo esto está uno de sus enemigos “históricos” y, en consecuencia, emprende un ataque frontal contra éste. Estos hechos, en uno de los momentos más sensibles previos a la asunción de Stroessner a la presidencia luego del golpe del 4-8 de mayo, constituyen ejemplos de cómo y de qué manera la estructura interna del Partido Colorado estuvo dividida en determinados momentos y de cómo y de qué manera la unidad fue “consensuada”, antes y durante el gobierno del Bloque Militar que asume en mayo de 1954.

En abril de 1959 – en mayo se desata la crisis y sobreviene el apresamiento y exilio de una parte de miembros de la Junta de Gobierno – el “colorado militante y ex presidente del partido” – según expresiones de dicha misiva - J. Isidro Ramírez envía una nota al entonces presidente de la ANR, Tomas Romero Pereira, solicitando que se le

dispense el honor de leer en el seno de la Honorable Junta de Gobierno, una síntesis de mis inquietudes y preocupaciones de ciudadano y de hombre de partido, expresadas en forma serena y presentadas con el título de UNA JORNADA DEL PENSAMIENTO DEMOCRATICO. LA ORIENTACION Y ACTUACION DEL PARTIDO NACIONAL REPUBLICANO, ANTE LA VERDAD Y ANTE SU PROPIA RESPONSABILIDAD MORAL Y POLÍTICA. (Ramírez, 1959: 5-6)

En dicha nota sostiene que desde 1955, al tiempo de desempeñarse como embajador en la República Oriental del Uruguay, había enviado “varias cartas” al entonces presidente de la ANR, Tomás Romero Pereira y, “también con el mismo propósito al señor Presidente de la República, General Stroessner, sugiriéndoles la necesidad de obtener un venturoso viraje político hacia los grandes postulados de la democracia y de la libertad” (Ramírez, 1959: 10). Obviamente, las notas no fueron respondidas a pesar de Ramírez haber sido ex presidente del partido Colorado y en junio de 1954 – en el interregno pre-asunción de Stroessner al poder – haber recibido la condecoración “medalla de reconocimiento paraguayo” por importantes servicios prestados al país y al partido colorado. Sostiene que a pesar de las numerosas e importantes obras públicas realizadas, “hay que decirlo sin reticencias, a este desarrollo de falta el aliento poderoso de las libertades públicas como propulsor de un progreso cultural paralelo al crecimiento material.” (Ramírez, 1959: 20) Poco más adelante sostiene que el país organizado democráticamente, y el gobierno, “no pueden estar al arbitrio de la voluntad de una persona”. (Ramírez, 1959:27). Esta extensa nota de J. Isidro Ramírez en la cual cuestiona el autoritarismo en construcción, apunta al mismo tiempo algunas salidas constituidas por trece puntos publicados al final de dicho documento. Las reiteradas notas las envía en 1955 y 1956 al presidente de la Junta de Gobierno, y a inicios de 1957, al presidente Alfredo Stroessner. A pesar de destacar ciertos avances materiales como señalaba más arriba, Ramírez sostiene la necesidad de una nueva constitución para sustituir a “la actual que es de carácter totalitario”, de una “efectiva garantía de la libertad de pensar y de expresar las ideas y sentimientos”, y pasar de “una democracia de ficción, a la democracia efectiva, al amparo de la justicia y del derecho”. (Ramírez, 1959: 37)

Así, nuevamente es posible constatar que en los primeros años de gobierno del Bloque Militar Deformado Stronista, e inclusive luego de domesticar y cooptar a sus principales dirigentes para ese proyecto político – fines de los años ’50 -, no existía un consenso al interior del Partido Colorado en relación con el presente y futuro del entonces presidente, el General Alfredo Stroessner.

A continuación, deseo recuperar lo señalado más atrás y también apuntado en un trabajo anterior (Orué Pozzo, 2020), que se relaciona con la intencionalidad, sea del Bloque Militar Stronista, asimismo de miembros de la Junta de Gobierno que negociaron la salida a la crisis desatada entre el 4 y 8 de mayo de 1954. En ese texto observaba que poco tiempo después que el Bloque Militar Stronista asume el gobierno, en agosto de 1954 y de pasar por unas elecciones sin oponentes, sectores del ejército reclaman a Stroessner que ya es tiempo de deshacerse del Partido Colorado y gobernar con el Bloque Militar exclusivamente, con apoyo de un sector político. Es importante destacar que, en momentos de la crisis de mayo de 1954, no existía al interior del Partido Colorado una figura de consenso que pueda sustituir al ya alicaído gobierno de Federico Chaves. Entonces surge la figura de Stroessner y un sector de la Junta de Gobierno de la ANR negocia con el Bloque Militar encabezado por Stroessner. Este tire y afloje del sector político pensando que Stroessner iría hasta culminar el período de Federico Chaves – reelecto en 1953 con mandato hasta 1958 – para luego defenestrarlo y asumir totalmente el control político era, igualmente, semejante al pensamiento de algunos integrantes del entonces Bloque Militar encabezado por Stroessner de eliminar al Partido Colorado del gobierno poco tiempo después de asumir el gobierno en agosto de 1954, a semejanza de lo sucedido con el Partido Liberal durante el gobierno del General José F. Estigarribia.

Finalmente, considero que se ha desarrollado un proceso híbrido, con un control político del poder por parte del Bloque Militar Deformado Stronista, y por su vez una actuación en connivencia con el grupo político de la ANR encabezado por los “stronistas de primera hora”, que consiguen controlar, cooptar y sustituir a los distintos niveles de dirigentes y también simpatizantes de base para este proyecto. Todo este proceso fue posible observar en el interregno de mayo a julio de 1954, cuando se desata la gran ofensiva de este grupo para imponer a Stroessner como candidato oficial – en sustitución de Chaves – para concluir el mandato. 

Es decir, existió desde un primer momento un sector al interior del Partido Colorado que, si bien consentía la presencia del Bloque Militar Deformado Stronista, permanentemente expresaba, de manera tibia y bien en la sordina, su oposición a esta salida y la posibilidad de cambiarla. Esto es lo percibo, analizando la obra presentada más atrás del escritor stronista Augusto Moreno. Al momento de escribir el libro, Moreno es Inspector de Comisarias Seccionales de Asunción y también fue comandante del cuerpo de Cadetes de la Escuela de Policía, la jefatura de la Comisaría Seccional Tercera. Egresó de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNA en 1964. El libro es una presentación año a año, iniciando en 1954, de las obras y el gobierno de Stroessner, finalizando en 1966; doce años de gobierno. El libro tiene 316 páginas se inicia con una síntesis biográfica de Stroessner, concluyendo con la recordación anual del 3 de noviembre.

El autor describe selectivamente los doce años de gobierno de Stroessner en cuanto a obras de infraestructura, principalmente. De 1954 a 1966, pasan por estas más de 200 páginas distintas obras, entendimientos, propuestas políticas e ideológicas en relación con el Gobierno de Stroessner. Es la construcción imaginaria a la cual nos referíamos más atrás que se inicia en la década de los ’60 de manera a presentar a este gobierno como aquel de la paz, democracia y justicia social, alejado de todo blindaje autoritario militar. Paralelamente al refuerzo de la presencia militar en el poder y gobierno, se emprende un proceso de construcción imaginaria que lo aleja de una asociación con un Bloque Militar. Son doce años de recorrer el país, de conocer minuciosamente cada detalle de este, su gente, realizar obras de infraestructura nunca antes pensadas, introducir el orden y el progreso frente al caos y la anarquía anterior, todo esto hace parte de la construcción imaginaria de los panegiristas de Stroessner que lo realizan y profundizan en los años ’60. Cada capítulo corresponde a un año: 1955. 1956, etc. Se inicia con un breve resumen político y propagandístico del año y de Stroessner, para luego entrar en la descripción de las obras y realizaciones del año en presentación, algunas inclusive mes a mes. De esta manera, es posible observar la intencionalidad de construir un imaginario por parte del autor, con Stroessner como el líder político que sustenta estos doce años de paz, democracia y justicia social. Lo paradójico de esta construcción es que aleja a Stroessner de su pertenencia a un Bloque Militar. Así, por ejemplo, comenta la

…evidencia cotidiana de un estado de paz con libertad, de una democracia sin disturbios, de una revolución sin violencias frente al caos político y la anarquía social en la que se debate la mayoría de los países de América Latina, atosigados por el descreimiento y el escepticismo de las masas, en permanente y franca rebelión por las mismas razones que concurrieron en 1954 para el advenimiento de la REVOLUCIÓN COLORADA, en la búsqueda de alternativas más justas, más humanas, para el logro de la liberación integral de las multitudes desposeídas. (Moreno, 1966: 29)

El autor emprende, al mismo tiempo, una separación del golpe de 1954 del propio Bloque Militar Deformado que asume el control político en ese momento, es decir, del propio ejército. No fue un golpe militar, sino un golpe político encabezado por el Partido Colorado. De esta manera, la construcción imaginaria del Stronismo también implicaba, al mismo tiempo, alejarse del Bloque Militar, negándolo y, seguidamente, construir la presencia del Partido Colorado, desde un inicio, en el poder y en el mando político. Para este oficial de policía transformado en escritor, lo que se da en mayo de 1954 es un “gobierno surgido por la fuerza mayoritaria del Partido Colorado, ES UN GOBIERNO PARA LA NACION” (Moreno, 1966: 86). Aquí se expresa con mayor claridad el proceso de construcción imaginaria del Stronismo como poder civil antes que militar, pues es desde el Partido Colorado donde se definen las estrategias y es este Partido el que retoma el mandato que recibiera en Cerro Corá. Este proceso es el que intelectuales, propagandistas y panegiristas del Stronismo construyen desde los años ’60 del siglo XX en Paraguay: presentar al Stronismo como un gobierno civil del Partido Colorado, alejado del Bloque Militar Stronista que le dio vida. Algunos, en la construcción de su argumentación no “recuerdan la presencia militar en el gobierno”, éste simplemente no existe; para otros, la presencia militar está íntimamente asociada a la ANR. Continúa afirmando,

Creemos que lo expresado en este aspecto de la vida institucional del país, expresa con enorme claridad y precisión, la total indiferencia de la conciencia liberal por la salud y la educación del pueblo. Rigurosamente cierto es, que ambos insoslayables postulados de la democracia, quedaron en “punto muerto”, durante la permanencia en el poder de las “ilustradas” inteligencias rectoras del liberalismo criollo…. Mientras el pueblo moría de hambre y de enfermedades absurdas, estos rectores se empecinaban en fortalecer la supremacía de la casta, mediante la ostentación de una vida fastuosa y la invención del mito de una “nobleza” paraguaya, derivada de la mística que intelectuales asalariados y decadentes creaban sobre sus “notables” condiciones de seres privilegiados. (Moreno, 1966:193)

En estas líneas el autor construye, por un lado, una narrativa del Stronismo y, por el otro, inventa una tradición también asociada al Stronismo, pero esta vez más concretamente al Partido Colorado, del cual el Stronismo es la más clara expresión. Los años del liberalismo se caracterizaban, por la ausencia de una educación y salud para el pueblo, éstos quedaron en “punto muerto” durante el período de la oligarquía liberal. Paralelamente, esta ausencia significaba al mismo tiempo, “la ostentación de una vida fastuosa” por parte de aquellos que de alguna manera se identificaban con este sistema. Pero no solo eso. El liberalismo, según Moreno, construye también el mito de la “nobleza paraguaya”, que “intelectuales asalariados y decadentes creaban”. Es importante destacar que uno de los grandes mitos de la raza guaraní, fue construido nada menos que por J. Natalicio González en sus producciones bibliográficas, donde también parte de su práctica pynandi asociaba a esta construcción imaginaria. Este intelectual colorado jefe del denominado natalicismo-Guión Rojo, en 1955 pacta con el Bloque Militar Deformado emergente y entra a colaborar con el gobierno de Stroessner. Es la intelectualidad colorada de fines del siglo XIX inicios del siglo XX aquella que construye mitos diversos en la historia paraguaya. Manuel Domínguez, Fulgencio R. Moreno, Blas Garay, Ignacio A. Pane, y otros intelectuales pertenecientes a la Asociación Nacional Republicana desarrollan varias ideas y sustentan la de una patria derrotada que renace de las cenizas para colocarse nuevamente en el camino civilizatorio luego de la hecatombe de la guerra contra la Triple Alianza. La mujer paraguaya, la raza guaraní, el hombre del campo, y otros tantos mitos emergen en esos años creativos de la intelectualidad denominada de novecentistas por Amaral (2003).

Esta construcción de representaciones e imaginarios del Stronismo durante los años ’60 del siglo XX paraguayo, es la que será divulgada continuamente y, años más tarde, desarrollada ya con la certeza de la verdad histórica, repetida y retomada inclusive por opositores políticos al Stronismo y también por investigadores e intelectuales nacionales y del exterior. El Bloque Militar Deformado trae la estabilidad, progreso y el equilibrio social al país. Obviamente, ante la ausencia de educación y salud durante los largos años de la oligarquía liberal, el gobierno de Stroessner los recupera del punto muerto donde yacían y los desarrolla para beneficio del pueblo paraguayo. Y todo esto lo hace, uniendo al Partido Colorado, buscando “solidificar” los distintos componentes que hasta 1955 – momento del Reencuentro Partidario – se hallaban dispersos.

La “fecha feliz” del 3 de noviembre no pasa desapercibida como momento de construir la unidad del Partido Colorado, nuevamente en los moldes de alejarlo de la “cuestión militar”. Moreno destaca que “desde 1954, la fecha del 3 de noviembre es designada para singularizar la gratitud popular hacia Alfredo Stroessner: como líder de la revolución colorada que crea y promueve la grandeza y dignidad de la Nación… (Moreno, 1966: 309). Existe una clara estrategia del autor en alejar a Stroessner del Bloque Militar Deformado. Esta propuesta puede, eventualmente, acompañar intenciones de grupos internos del propio Partido Colorado. Es decir, pareciera que forma parte de una lucha de poder interna y, al mismo tiempo, forma parte también de una construcción imaginaria del Stronismo: como líder civil, no militar. En casi ningún momento Moreno se refiere a Stroessner como militar o General. Básicamente, es Alfredo Stroessner el gran líder del Partido Colorado.

Con estas observaciones quiero destacar las tensiones al interior del Partido Colorado que se desarrollaron en dos niveles o momentos. Uno, directamente asociado a la lucha por la disputa del poder, que tiene un punto de destaque el año 1959 con el descabezamiento de la Junta de Gobierno, la disolución de la Cámara de Representantes y el apresamiento y exilio de una parte importante de los líderes del Partido Colorado, de sectores asociados a la juventud, y otros del campo sindical colorado. Sin embargo, esta oposición interna continuó a lo largo de los años, si bien no abiertamente, sino en términos de propuestas “de baja intensidad”. Es la de construir un presidente, Alfredo Stroessner, asociado a la ANR, alejándolo del Bloque Militar Deformado que encabezó y dirigió el golpe del 4-8 de mayo de 1954. Esta es la salida híbrida que comentaba más arriba. El bloque político, el cual siempre sirvió y respondió en distintos momentos históricos al Bloque Militar desde 1936, continúo durante el Stronismo como una oposición latente, aunque no se expresaba abiertamente: construyendo un presidente, líder de un partido político, alejado de un Bloque Militar que lo lleva a la presidencia. Con esto rescataban la “opción política” de control del Partido Colorado en las distintas esferas de la vida nacional, cuando lo que existía era lo contrario, o un pacto entre el ejército y el Partido Colorado, con claro control del primero.

Debo apuntar que este proceso de “alejamiento” que emprende Moreno, es contradictorio. En el trabajo de Pérez & Meo (1972) apuntado más arriba, introducen un capítulo final al primer volumen, en el cual desarrolla la propuesta de Stroessner también como un líder militar. Si bien a lo largo de la obra no sobrecargan al gobierno como uno militar, sí lo hacen al construir la personalidad de quien en 1954 encabezaba el Bloque Militar que lo lleva a la presidencia. Son las tensiones presentes al interior del grupo militar, asimismo de la ANR.

Conclusiones

A lo largo de este trabajo he tratado de presentar y discutir algunas estrategias que intelectuales, propagandistas y divulgadores del Stronismo implementaron desde los años ’60 en Paraguay- en realidad el proceso se inicia “durante” el golpe de mayo - de manera a construir un imaginario sobre el gobierno y también representaciones sobre Stroessner. Estas argumentaciones dan coherencia a una propuesta de pacificación del país, de reconstrucción y, al mismo tiempo, de unidad al interior del Partido Colorado de manera a poder organizar el gobierno y que el mismo responda a los intereses de este grupo político. Para tal efecto, he buscado centrarme en producciones de actores políticos e intelectuales de esos momentos, recuperar parte de esas propuestas políticas y colocarlas en el contexto del proceso de avance del Bloque Militar Deformado Stronista.

Al recuperar la literatura producida durante estos años – abundante número de libros, folletos, discursos, programas de radio y otras estrategias como la de formación política emprendida a fines de los años ’50 - he buscado entender las discusiones al interior de la ANR, asimismo del ejército que viene siendo reconstruido como tal, luego del giro del 13 de enero de 1947. Entonces, un grupo minoritario decide ignorar las deliberaciones de dos días atrás – cuyo fundamento está en la proclama militar de febrero de 1936 – y, de esta manera, asociar un sector del ejercito a un partido político; esta fue una experiencia que rompe con la constitución de lo que he denominado Bloque Militar que se constituye en el país desde febrero de 1936. La bibliografía revisada permite concluir que a partir de fines de los años ’50 es posible pensar que el Stronismo viene “para instalarse” en la sociedad nacional y que el mismo no va a ser eliminado por la cúpula colorada de la Junta de Gobierno, como inicialmente pesaban.

De esta manera, y luego de la derrota del sector “mayoritario” del Bloque Militar - en enero de 1947 y militarmente en agosto del mismo año - cuyo origen se da en 1936, comienza la reconstrucción de un Bloque Militar al cual he denominado de Bloque Militar Deformado, en comparación con las propuestas anti-oligárquicas y no partidarias, de reformas sociales, y de continua renovación a su interior, que caracterizaba al Bloque inicial. La reconstrucción de este Bloque deformado se ve fortalecida con la asunción de Stroessner al mando del Ejército en 1951, nombrado por el entonces presidente Federico Chaves. Este Bloque Militar poco a poco se va fortaleciendo nuevamente, ya de forma totalmente híbrida, pues incorpora en sus filas a militares que no ha pasado por el Colegio Militar, es decir, no pertenecen a un cuadro de “auténticos” militares, se han formado al ser incorporados al ejército de Morínigo como parte del pacto con los militares u “oficiales de carrera” para obtener una victoria en el conflicto interno que se desata en marzo de 1947, en función a el quiebre que se da el 13 de enero de ese año. En este sentido, es importante señalar una de las características del Bloque Militar que surge en 1936: el de estar conformados por oficiales egresados todos de la Escuela Militar, bajo la impronta del entonces director, Manlio Schenoni.

Es este nuevo Bloque Militar, cuya figura visible y liderazgo era ejercido por el entonces comandante del Ejército, Alfredo Stroessner, quien da el giro y orienta la resolución de la crisis de mayo de 1954, cuando el frágil gobierno de Federico Chaves es obligado a renunciar, dando inicio al proceso que lo llevaría, finalmente, a la presidencia. A partir de ese momento, y a lo largo de varios años, se da inicio a lo que he denominado la construcción imaginaria del Stronismo y sus representaciones. Este proceso lo asumen intelectuales, publicistas, propagandistas del gobierno Stroessner, quienes se encargan de articular finamente un discurso sobre el proceso, pero también el propio Partido Colorado asume prácticas asociadas a esta dinámica.

También es importante comprender que a lo largo de los primeros años del gobierno de Stroessner y posteriormente con su “consolidación”, justamente para sustentar este proceso fueron construidos y creados varios mitos. Así, por ejemplo, y tras muchos años de ostracismo político, Epifanio Méndez Fleitas reconoce que Stroessner creó el mito del “epifanismo” para justificar la persecución política al interior de la ANR, pero también para construir su propia figura como líder partidario.

Este mito del epifanismo, según el propio Méndez Fleitas inventado por Stroessner es un poco semejante a otros inventado por el mismo y por su aparato propagandístico: i) Stroessner como aquel que viene a traer el equilibrio y a desarmar los ánimos en la sociedad paraguaya luego de los años de la “anarquía colorada y del caos liberal”, mito que se construye en los años ’60, ii) Stroessner como aquel que estabiliza económicamente al país, cuando en realidad el gobierno Chaves (1949-1954) ya estaba embarcado en este propósito con la presencia del BM y del FMI en 1952, y las recomendaciones de estabilidad financiera que impulsan y que Chaves lo implementa, iii) Stroessner como aquel que trae la unidad al interior del P. Colorado, cuando sabemos que el “Reencuentro Partidario” de octubre de 1955, asimismo el pacto de unidad en la Convención de 1956 (sin el epifanismo), la disidencia en 1959 con la disolución de la Cámara de Representantes conformada únicamente por la ANR, y otros eventos de “unidad granítica”, nunca fueron de unidad sino que estas acciones fueron realizadas posterior a la purga de sectores importantes al interior del partido, y que no resolvió en ningún momento la situación de las disidencias, tendencias internas fuertemente presentes en su interior. Estos tres mitos que he tratado de desmontar penetraron profundamente en el discurso de la dirigencia colorada durante todos estos años. En este sentido, la dirigencia de la ANR, asimismo sus instituciones, fueron artefactos encargados de sustentar e implementar esta construcción imaginaria de las representaciones. Como he presentado más atrás, estas estrategias sean a nivel del discurso de autoridades partidarias, asimismo a nivel institucional de la ANR, se inician ya en el interregno de tres meses que va del golpe del 4-8 de mayo y su resolución política, pasando por el período de junio y julio de desarrollo de la figura de Stroessner al interior del partido Colorado, como consenso para el momento, hasta su elección y posterior asunción como presidente en agosto de 1954. Continúan tibiamente en los próximos años, pero es desde los inicios de los años ’60 cuando ellas asumen un carácter político-estratégico de construcción de un imaginario. En esos años, la dirigencia del Partido Colorado ya asume que Stroessner y su Bloque Militar viene “para quedarse”.

Sin embargo, no estoy sosteniendo que el Stronismo fue una máquina perfecta, pero sí que tuvo sus grandes defensores, intelectuales y divulgadores que se encargaron de construir esos mitos. Y, por otro lado, esos mitos no quedaron solamente al interior de esta asociación política. Trascendieron. Una parte importante de la oposición política externa a la ANR asumió este imaginario construido y desarrollado por los intelectuales Stronistas y obró en ese entendimiento. Pero no solamente partidos de oposición nacionales. Una porción importante de investigadores y estudiosos extranjeros de la realidad paraguaya también asume este discurso y comienza a reproducir esta narrativa stronista sin profundizar en los discursos y sus construcciones. A esta altura creo que resulta ya insustentable pensar al Stronismo solamente como una máquina represiva exclusivamente.

Si profundizamos en la política stronista y observamos el licenciamiento de aquellos soldados que regresan a sus casas con su implemento agrícola y un lote de tierra, asumiendo que existe un nuevo Estatuto Agrario (1963), no podemos continuar sosteniendo lo expresado más arriba. Los mitos entran y se “arraigan” hasta en nosotros mismos. De esta manera, la estrategia stronista fue sumamente fuerte y se consolidó en el imaginario de aquellos que terminaban el servicio militar. Salían con la documentación militar de reserva, un lote de tierra, implementos agrícolas. Es decir, en una realidad de ser propietario de un lote de tierra. Son estos actos que contribuyeron en la construcción, por parte de familias beneficiadas por estos hechos, de fortalecer el Stronismo y, posteriormente con su derrocamiento de Stroessner, al Partido Colorado. Todo esto, como podemos observar por parte de Moreno (1966), está orientado a fortalecer el lado “civil”, al partido colorado y no al Bloque Militar Deformado Stronista. Es decir, tenemos un trípode muy fuerte en términos de un segmento de la población paraguaya: i) estos jóvenes que pasaron por el servicio militar tuvieron una educación sustentada en valores nacionalistas a lo largo de los años del Stronismo. Estamos en 1966. Esto se inicia desde fines de los años ’50 con las cartillas de formación política del Partido Colorado, ii) luego estos mismos jóvenes que pasaron por un proceso educativo que se sustentaba en el nacionalismo y en la recuperación de Stroessner como continuador de la reconstrucción nacional, reciben un lote de tierra. Para jóvenes campesinos esto es no solamente un acto político, es social, económico y sobre todo cultural pues refuerza la presencia en sus imaginarios del Partido Colorado y sus líderes, entre ellos también Stroessner. iii) Igualmente las mujeres que no van al servicio militar obligatorio, pero pasan por un proceso educativo básico – tres a cuatro años a lo sumo – tienen esta educación sustentada por el nacionalismo desarrollada por el sistema formal del Ministerio de Educación. Luego, ambos grupos pueden formar pareja y este es el gran muro de sustentación del Stronismo. Entonces, en cada grupo que forma familia separadamente, se da el mismo proceso. Jóvenes mujeres que pasaron por el proceso educativo que se implementa desde fines de los años ’50, se unen con hombres jóvenes que pudieron no haber pasado por el servicio militar obligatorio pero que también recibieron la misma educación nacionalista. Pero, en el sector campesino, casi todos los jóvenes que pasaron por el servicio militar obligatorio, fueron “educados” por el nuevo sistema stronista al interior del ejército durante sus años previos de educación escolar. Finalmente, al concluir el servicio militar obligatorio, salen con un lote de tierra que cierra ese imaginario del campesino. Esta fue la gran base social y política del Stronismo, como los mitos construidos fueron su base simbólica. Es necesario, poco a poco, desmontarlos.

 

Referencias

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Sobre el autor:

Aníbal Orué Pozzo:  comunicador y docente universitario. Autor de varios libros sobre la historia del periodismo en Paraguay. Miembro de varias sociedades científicas internacionales en el área de la Comunicación. - Fue Profesor Visitante en la Universidad de Hoftra, asimismo en la Universidad de New York y en la New School for Social Research University, todas en Estados Unidos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] En realidad, la situación que se crea post 13 de enero de 1947 va mucho más allá del enfrentamiento entre grupos al interior del Bloque Militar, involucra también a sectores de la sociedad civil como partidos políticos, movimientos sociales, etc. La crisis al interior del Bloque Militar termina afectando a toda la sociedad paraguaya.

[2] Frente Unido de Liberación Nacional, organización guerrillera conformada por militantes del Partido Comunista Paraguayo, y ciertos sectores de izquierda. Estuvo activo entre los años 1959-1961. La Columna Mariscal López sobrevive de manera sumamente precaria hasta mediados de 1965. En 1970 su comandante, Agapito Valiente-Arturo López es finalmente asesinado. Ver, entre otros: Dure, V. & Silva, A. (2004) Frente Unido de Liberación Nacional (1960-1965), guerra de guerrillas como guerra del pueblo. En M. Lachi (Comp.) Insurgentes. Asunción: Arandura-Uninorte-NovaPolis; Montero, D.M. (2019) Agapito Valiente. Stroessner kyhyjeha. Asunción: Arandura; Barret, A. (2017) Autobiografía clandestina. Asunción: Arandura.

[3] Grupo guerrillero conformado por sectores del Partido Liberal y del Partido Revolucionario Febrerista, que tienen una presencia también corta entre los años 1959-1961. Ver, entre otros: Esteche Notario, M. (1989) Movimiento 14 de mayo. Asunción: Emegebe; Arellano, D. (2005) Movimiento 14 de Mayo para la liberación del Paraguay. 1959. Posadas: Universidad Nacional de Misiones.

[4] En realidad, el Bloque Militar extiende la “invitación” a ambos partidos tradicionales de Paraguay. El Partido Colorado termina demorando más de lo debido en su respuesta, mientras un sector de los liberales asume la propuesta del Bloque de llevar a Estigarribia a la presidencia.

[5] Llamo de Stronismo al fenómeno militar-político y social que en el tiempo asume distintas configuraciones. Se inicia como un Bloque Militar Deformado y luego, en la negociación con el Partido Colorado va asumiendo configuraciones híbridas, cediendo una parte del poder político a esta agrupación. A lo largo de los 35 años de gobierno, el mismo se va transformando, llegando a su etapa como una imagen – y al mismo tiempo, una situación - totalmente deformada y degradada, de aquella que lo lleva al poder en sus años iniciales.

[6] En 1952 el presidente Federico Chaves reorganiza el Gabinete y traslada a Guillermo Enciso Velloso del Ministerio de Justicia al Ministerio de Hacienda. El 2 de noviembre de ese año, Epifanio Méndez Fleitas asume como presidente del Banco Central.

[7] Este ciclo de charlas repite, de alguna manera, el intenso trabajo de formación política desarrollado por la Junta de Gobierno del Partido Colorado entre febrero de 1958 y agosto de 1960, con la publicación de 50 Cartillas Políticas destinada a jóvenes militantes de esta asociación política. Esta acción se da en pleno proceso de restructuración, domesticación y control del Partido Colorado por parte del Bloque Militar Deformado Stronista. Según se detalla en la primera cartilla, “esta información seria y patriótica fortalecerá el nacionalismo paraguayo y robustecerá a los correligionarios en su fe, en su decisión y en su ideal respecto a la misión histórica del Coloradismo” (Catillas Políticas No. 1, 1958)

[8] En uno de sus clásicos libros “El Centauro de Ybycuí”, publicado en Paris, en 1929, si bien es una exaltación de Bernardino Caballero, aun no avanza en identificar a éste con la figura de reconstructor. Desliza algo que, si bien ya da para percibir la futura construcción, aun es un poco menos directa, sugiriendo que Caballero encarna la “bandera del resurgimiento nacional”.

[9] Es importante aclarar que, en realidad, Romero Pereira era vicepresidente. En enero de 1954, debido a cambios al interior del Gabinete de Federico Chaves, Guillermo Enciso Velloso entonces ministro de Hacienda y presidente del Partido Colorado – ocupaba por su vez este cargo en función a la renuncia del anterior presidente, Rigoberto Caballero – se ausenta del país en misión diplomática. Como consecuencia de ello, Tomás Romero Pereira en su carácter de vicepresidente asumió el cargo en sustitución de Bernardo Ocampos, fallecido un tiempo antes. Así, la convención de marzo de 1956 es sumamente importante para dar legitimidad a las autoridades partidarias de manera a consolidar el Gobierno Stroessner.