DOI: https://doi.org/10.47133/respy2500204    
BIBLID: 0251-2483 (2022-2), 86-104

Agricultura campesina y política
Peasant agriculture and politics

Roni Nicolás Paredes Ramos1

1Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios, Asunción, Paraguay.

 

Correspondencia: roniparedes@gmail.com      
Articulo enviado:
29/7/2022
Articulo aceptado: 10/11/2022
Conflictos de Interés: Ninguno que declarar.
Fuente de financiamiento:
Sin fuente de financiación.

·        Editor responsable: Carlos Anibal Peris. Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, Centro de Estudios Antropológicos. Asunción, Paraguay.

·        Revisor 1: David Galeano. Ateneo de Lengua y Cultura Guarani. San Lorenzo, Paraguay.

·        Revisor 2: Fabian Chamorro. Academia Paraguaya de la Historia. Asunción, Paraguay.

Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una Licencia Creative Commons - Atribución 4.0 Internacional (CC BY 4.0).
Citación Recomendada: Paredes, R. (2022). Agricultura campesina y política, Revista Estudios Paraguayos, Vol. 40 (2), 86-104. https://doi.org/10.47133/respy2500204

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Resumen: El presente artículo tiene como tema de discusión la definición de agricultura campesina, el campesinado como sujeto político y el papel de los estados en el apoyo o el impedimento de la reproducción de formas de agricultura campesina, así como la recuperación de un debate de alternativas para las futuras generaciones del campesinado.

Palabras clave: agricultura campesina; sujeto político; autodefiniciones; Paraguay.

Abstract: The subject of this article is the definition of peasant agriculture, the peasantry as a political subject, and the role of states in supporting or impeding the reproduction of forms of peasant agriculture, as well as the recovery of a debate on alternatives for future generations of the peasantry.

Keywords: peasant agriculture; political subject; self-definitions; Paraguay.

Planteamiento desde el marco teórico

La noción del “campesinado” era un tema principal en los debates de los años setenta y ochenta del siglo XX. La obra de Eric Wolf (1966), proveniente del campo de la Antropología, aportó el famoso concepto de ecotipo que pasaría a constituirse en una propuesta teórica de gran aceptación académica, derivando de ella la conocida tesis que algunos autores la denominaron la tesis del farmer (Baranger, 2008).

La tesis del farmer pone en discusión dos categorías de actores rurales, el campesinado definido debido a su inexistente potencial de acumulación de capital, y, el farmer cuyo carácter específico es la forma económica de encarar la actividad agrícola, con potencial de acumulación de capital.

El concepto de ecotipo alude al sistema de transferencia de energía de los peasants para lograr su adaptación ecológica. Distingue dos categorías de ecotipos a saber el paleotécnico y el neotécnico definidos a partir de dos momentos históricos que se diferencian en la manera de encarar el trabajo agrícola, donde uno de los criterios clasificatorios consiste en el grado de uso del terreno dado en el tiempo.

El primer ecotipo supone una contribución constitutiva para la categoría campesino y el segundo ecotipo para la categoría farmer, que inclusive no fue traducido al español debido a su acepción contextual e histórica, lo que hubiera limitado su alcance conceptual.

Ampliamente recurridos a estos ecotipos desde la literatura especializada de la sociología rural paraguaya pero escasamente referidos a su principal difusor Eric Wolf. Dicha omisión no es exclusiva al campo académico paraguayo, Baranger refiere algo similar para el caso argentino (Ibid.).

Los estudios campesinos tienen históricamente diferentes enfoques. Entre los estudios clásicos se pueden nombrar, como los enfoques más conocidos, “el enfoque leninista” y “el enfoque chayanoviano”.

Otro enfoque sería el fundado por la Europa continental. Los estudios campesinos chinos y latinoamericanos son más recientes. Actualmente, el mundo académico de estudios campesinos se apoya en enfoques más integradores, con teorías de múltiples niveles y actores.

Eric Wolf se valió de Chayanov para definir la paradoja de los hogares campesinos. Dichos hogares participan en los mercados, pero no en la forma en que la teoría económica espera. El libro de Wolf se publicó el mismo año de la principal traducción al inglés de la teoría de la economía campesina de Chayanov.

Así, la cita más larga en la obra Peasants es un extracto del teórico ruso sobre la lógica distinta de los hogares campesinos subrayando que a pesar del contraste con la búsqueda de ganancias por parte de las empresas capitalistas, los campesinos ajustan el consumo y el trabajo para asegurar su reproducción.

De este modo, la definición de agricultura campesina constituye una de las perspectivas sobre otras formas de atribución a la agricultura familiar y de hecho son varias las definiciones en debate. A continuación, se propone una tabla que contrasta la variedad teórica que de algún modo tiene un amplio consenso.

Dicha tabla plantea un análisis de doce diferencias conceptuales a través de los siguientes criterios: mano de obra utilizada, tipo de tenencia de la tierra, el tamaño de la propiedad agrícola y su equipamiento, la relación con los mercados, la integración comunitaria, y, finalmente, las modalidades de relación con la sociedad en general.

El único aspecto común a todas las definiciones se refiere al uso del trabajo familiar, cualquiera que sea el campo disciplinario de los autores en cuestión. Según el autor, para Chayanov, la noción del grupo familiar es central.


Tabla 1. Análisis de algunas definiciones del "concepto" campesino.

Definiciones/
Criterio Analítico

Fuerza de trabajo

Tenencia de la tierra

Tamaño / Equipamiento

Relación con los mercados

Integración en la comunidad local

Relaciones con las sociedades globales

 

Marx: "Su campo de producción, el pequeño propietario, no admite división del trabajo en su cultivo, ninguna aplicación de la ciencia, y por lo tanto ninguna diversidad de desarrollo, ninguna variedad de talento, ninguna riqueza de relación social. (...) Cada familia campesina individual es casi autosuficiente; Produce directamente la mayor parte de su consumo y, por lo tanto, adquiere sus medios de vida más a través del intercambio con la naturaleza que en las relaciones con la sociedad (publicaciones de 1850).

 

 

 

 

 

 

Trabajo familiar.

 

 

 

 

 

Minifundio.

 

 

 

 

 

Principalmente Autosuficiencia.

 

Muy pocas consideraciones "sociales" – "ninguna riqueza de la relación social". Comparación con "patatas en un saco" para enfatizar la naturaleza altamente individualista y desorganizada del campesinado.

 

 

 

 

Posición aislada y dominada dentro de las sociedades globales.

 

Chayanov (1924): "Nuestro objetivo es hacer un análisis organizativo de la actividad económica de la familia campesina que no recurre a la contratación de mano de obra externa, que tiene una cierta área agrícola utilizable, que tiene sus propios medios de producción y que a veces se ve obligada a utilizar su fuerza de trabajo para actividades no agrícolas".

 

 

Trabajo familiar, sin utilización de mano de obra externa, excepto temporal. Actividades no agrícolas tenidas en cuenta en las decisiones de empleo de la familia.

 

La agricultura propietaria directa o indirecta ("dispone de" no permite especifica)

 

Equipo en propiedad. Propiedad familiar de los medios de producción.

 

Thorner (1988): "Definimos un hogar familiar campesino como una unidad socioeconómica que cultiva principalmente por los esfuerzos físicos de los miembros de la familia. La actividad principal de los hogares campesinos es el cultivo de sus propias tierras, franjas o parcelas. Los hogares también pueden dedicarse a otras actividades: por ejemplo, en artesanías, procesamiento o incluso pequeño comercio. Algunos miembros de la familia pueden trabajar, tal vez obligados a trabajar, fuera del hogar de vez en cuando. El hogar puede incluir uno o más esclavos, sirvientes domésticos o trabajadores contratados. Pero la contribución total de estos miembros no familiares a la producción real de cultivos será mucho menor que la de los miembros de la familia. (... ) La primera preocupación de la unidad productiva es cultivar alimentos para sí mismos (...) de una forma u otra deben entregar, entregar o vender a otros parte de sus cultivos alimentarios" (publicación de 1962)

 

 

Unidad socio económica basada en el trabajo familiar a la que se pueden añadir trabajadores no familiares (incluidos los serviles) en proporciones inferiores a las del trabajo familiar. Posibilidad de ingresos adicionales, ya sea por la diversificación de actividades o por trabajar fuera de la unidad de producción.

 

No se abordan cuestiones de propiedad, excepto para señalar que las familias cultivan su "propia tierra" sin mayor precisión sobre el tipo de tenencia.

 

Hace referencia explícita a los esfuerzos físicos realizados por los campesinos (c.f. Chayanov con arduidad).

 

Producción destinada principalmente al consumo familiar, pero vínculo explícito con el mundo urbano o las clases dominantes a las que se destina parte de la producción.

 

Se tienen en cuenta otros tipos de explotaciones (hacienda, hacienda o finca capitalista...), con las que existen intercambios, especialmente por mano de obra.

 

 

Thorner define al campesino como un elemento de una "economía campesina" concebida a nivel de un país de acuerdo con la proporción de la población activa empleada en la agricultura.

 

Shanin (1988) define a los campesinos "como pequeños productores agrícolas, que, con la ayuda de equipos simples y el trabajo de sus familias, producen principalmente para su propio consumo, directo o indirecto, y para el cumplimiento de obligaciones con los titulares del poder político y económico".

 

 

 

Trabajo familiar.

 

Tamaño pequeño. Equipo simple.

 

Producción destinada principalmente al consumo en la granja, directa o indirectamente.

 

Obligación de reunirse con aquellos que detentan poderes económicos y políticos.

 

Mendras (1976) define al campesino por su pertenencia a una sociedad campesina, que se define utilizando cinco criterios (autonomía relativa, importancia del grupo doméstico, autarquía relativa, relaciones cara a cara, mediación de nobles).  "Es el hecho de pertenecer a una sociedad campesina lo que identifica al campesino y nada más".

 

 

Trabajo familiar del grupo doméstico.

 

Produce tanto para el mercado como para el consumo familiar. Autosuficiencia relativa, pero conexión con el mercado.

 

Fuerte sentido de pertenencia a la comunidad local. Papel de la intermediación de notables con la sociedad global.

 

 

Autonomía relativa con respecto a la sociedad global.

 

Deere y de Janvry (1979): "... El hogar campesino (...) es a la vez una unidad de producción directa y una unidad de reproducción de la fuerza de trabajo familiar, tanto cotidiana como generacional. (...) La fuerza de trabajo doméstica se utiliza en el proceso de producción doméstica o se vende como mano de obra asalariada en el mercado de trabajo (...). El trabajo doméstico dedicado a la producción doméstica genera un producto bruto que el hogar retiene como valor de uso para el consumo doméstico o se vende en el mercado como un medio ".

 

 

 

 

 

Trabajo doméstico. Mano de obra fuera de la explotación.

 

 

 

Integrado en mercados, pero produce para el consumo familiar

 

de Janvry (1988): "(...) Hay una serie de constantes en el comportamiento campesino que se redescubren entre las formaciones sociales y que unifican el campo de los estudios campesinos. Una es la naturaleza familiar de la producción motivada por la racionalidad de asegurar la reproducción de la propia unidad de producción.”

 

 

El costo de oportunidad del trabajo a menudo es cero (pocas alternativas para los empleados no agrícolas).

 

 

 

Orientación parcial al mercado.

Ellis (1993): "Los campesinos son hogares que obtienen sus medios de vida principalmente de la agricultura, utilizan principalmente mano de obra familiar en la producción agrícola y participan parcialmente en mercados de insumos y productos que a menudo son imperfectos o incompletos"

 

Principalmente trabajo familiar. El trabajo familiar puede realizarse fuera de la explotación agrícola.

Participación parcial en mercados ascendentes y descendentes (imperfecto ct o incompleto).

 

Otsuka (2008): "Los campesinos son considerados como agricultores orientados a la subsistencia, a tiempo completo y a pequeña escala, muchos pequeños agricultores son agricultores asociados que se dedican tanto a la agricultura comercial como a la de cultivos alimentarios y a trabajos no lejanos. Por lo tanto, los campesinos pueden definirse como agricultores familiares a pequeña escala, incluidos los cultivadores propietarios y los arrendatarios.

 

 

 

Agricultores familiares. Tiempo completo en la explotación o pluriactividad.

 

 

Agricultura de propietario directo y agricultura de propietario indirecto.

 

 

 

 

Tamaño pequeño.

 

 

 

Cultivos para la venta o para el consumo familiar.

 

Van der Ploeg (2008): "agricultura campesina (...) se basa básicamente en el uso sostenido del capital ecológico y está orientado a defender y mejorar los medios de vida de los campesinos.   La multifuncionalidad es a menudo una característica importante. El trabajo es proporcionado básicamente por la familia (o movilizado dentro de la comunidad rural a través de relaciones de reciprocidad), y la tierra y los otros medios principales de producción son de propiedad familiar. La producción está orientada tanto al mercado como a la reproducción de la unidad agrícola y de la familia".

 

 

 

 

Trabajo familiar e intercambios en el contexto de intercambios basados en la reciprocidad local

 

 

 

 

Propiedad familiar de la tierra

 

 

 

Propiedad familiar de los medios de producción.

 

 

Producción destinada a los mercados y a la familia. Producción determinada según la reproducción de la explotación y de la familia.

 

 

 

Intercambios de mano de obra sobre la base de la reciprocidad.

 

Bernstein (1979): Bernstein usa y repite definiciones anteriores, pero especialmente para criticar sus límites. "Las limitaciones de una definición general de campesinos no se superan con intentos de teorizar un modo de producción campesino, que a veces se combinan con ideas sobre la articulación del modo campesino con otros modos de producción, por ejemplo, el feudal o el capitalista". Sin embargo, a lo largo de sus textos hay elementos de definiciones de la unidad básica de la organización de la agricultura campesina.

 

 

Basado en la familia, incluso después de la inversión capitalista, con el fin de mantener la flexibilidad adaptativa requerida para la reproducción. Posibilidad (a veces crucial) de trabajo temporal.

 

 

Basado en la familia con riesgo y vulnerabilidad en la inversión capitalista.

Pequeño propietario, pero mayor diferenciación que en las sociedades precapitalistas. Separación gradual e incompleta entre el productor y los medios de producción.

 

 

Básico y explica la naturaleza de las formas de producción. Generalmente variable, pero con prioridad a la subsistencia.

A través de las relaciones de poder provocadas por la "comunicación" en particular. Muy importante.

Fuente: Thirion, M. C. and Bosc, P.M. Coordination. (2015). Family farming around the world. Definitions, contributions, and public policies. Cirad La Recherche Agronomique pour le Developpement – AFC Agence Francaise de Developpement.  (Pag. 28 – 33).


Tendencias de la agricultura a nivel global, regional y nacional

El año 2.014 fue dedicado por la ONU como Año Internacional de la agricultura familiar debido a que dicha modalidad de agricultura sobresalía como forma predominante de producción alimentaria y agrícola llegando a producir más del 80 por ciento de los alimentos del mundo en términos cualitativos (FAO 2014).

En diciembre de 2.017, la Asamblea General de las Naciones Unidas definió el periodo 2019-2028 como Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar. En esta línea fue definido un Plan de Acción Mundial[1]. El argumento principal se debe a la encrucijada en la que se encuentra actualmente la agricultura, es decir, la presión que enfrenta para la provisión de alimentos suficientes, asequibles y nutritivos a una población en crecimiento en un contexto de cambio climático y degradación de los recursos naturales.

Dicho plan asume el fracaso de un sistema alimentario mundial que produce alimentos suficientemente pero no logra reducir el hambre e incluso es productora de desigualdades sociales. Plantea en cambio la búsqueda de sistemas alimentarios resilientes y sostenibles. En tal escenario la agricultura familiar resulta clave porque no se limita a la sola producción de alimentos sino también cumple funciones medioambientales, sociales y culturales.

A nivel regional, un exponente de esta línea de investigación, Schneider (2016 a) propone la categoría de agricultores familiares o unidades productivas familiares con el objetivo de superar las prenociones de pobreza y retraso asociados a este sector, y considerarlo como estratégico en los procesos de cambio social rural.

En esta línea, los estudiosos de esta temática señalan que existe un consenso en que los pequeños agricultores, campesinos e indígenas, tienen un rol central para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sustentable y su concurso será estratégico en el contexto de la posrevolución verde en la que se busca una “intensificación sustentable” (Ibid.).

Del estudio a nivel global sobre la agricultura, Thirion, M. C. and Bosc, P.M. (2015) rescatan la diversidad de contribuciones de las explotaciones agrícolas familiares campesinas en los campos económico, ambiental, social y cultural: producen productos agrícolas, prestan servicios ambientales, proporciona empleo e ingresos, contribuye a la economía de los territorios rurales, la preservación de vínculos sociales y patrimonio cultural.

Por tanto, se resalta su multifuncionalidad la cual la torna eminentemente moderna con amplias ventajas para afrontar los retos del mundo actual, siempre y cuando se beneficien de un entorno económico e institucional adecuados.

Entre las principales tendencias para agricultura familiar a nivel mundial se pone de relieve las nuevas demandas alimentarias debido a los cambios de los hábitos alimentarios. En los países de ingresos altos se muestra una tendencia en aumento de la cantidad de consumidores sensibles a los marcadores de calidad.

La referida tendencia puede brindar nuevas oportunidades para la agricultura familiar campesina y permitir posicionarse en mercados diferenciados, estructurados por la calidad de los productos, sus orígenes y formas de producirlos.

En cuanto a los países denominados en desarrollo, el crecimiento urbano impacta en los cambios de patrones alimentarios y necesidades de los consumidores. Este movimiento comporta una serie de nuevas demandas provenientes de la agricultura familiar en tanto productos en estado natural, procesados y preprocesados. En esta línea, Massi (2020) advierte este indicador en uno de los estudios regionales realizado por CADEP, precisamente, sobre el Departamento de Caaguazú.

Finalmente, el centro de estudio francés apunta la importancia de los movimientos sociales, principalmente campesinos, en la transformación de la agricultura familiar y su politización, ya que estos movimientos fomentan un debate amplio en torno a las políticas públicas y contribuyen a reforzar la definición de acciones adaptadas a la economía y a cada contexto social y especialmente acciones bien situadas a cada forma de agricultura. 

El informe del Banco Mundial para Paraguay señalaba al desempeño de la agricultura familiar como crucial para la protección de los más vulnerables en las zonas rurales, atendiendo los efectos esperados como consecuencia de la pandemia COVID 19, especialmente considerando que la pandemia afectó al país en un proceso de recuperación económica luego de que el crecimiento se estancara en el año 2.019. (Banco Mundial, 2020).

A nivel regional se cuenta con un espacio a nivel MERCOSUR que se denomina REAF (Reunión Especializada de Agricultura Familiar), lo cual implica un avance a nivel regional ya que facilitó la implementación de sistemas estadísticos que capturan datos sobre la agricultura familiar en la subregión.

No obstante, Schneider (2016b) señala las limitaciones estadísticas para América Latina y el Caribe que requiere de sistemas más especializados para este sector de la agricultura que provean informaciones más precisas y permita realizar comparaciones y tendencias más seguras para el área.

Campesino como sujeto político

Una discusión interesante sobre el campesinado como sujeto político es planteada por Kregg Hetherington (2015) y sostiene que los campesinos fueron excluidos de las nuevas narrativas de redención democrática.

Su argumento principal tiene como punto de partida los años de transición democrática en Paraguay (1.989 en adelante) y propone dos categorías de sujetos políticos en que comenzaron aliados por su oposición al Partido Colorado, pero pronto se distanciaron en sus aspiraciones sobre el futuro nacional.

El primer grupo refiere precisamente al campesinado, que se vio crecientemente excluido del proyecto democrático y el segundo se refiere a un grupo que denominó “transicionistas” (new democrats), constituido por aquellos que se veían a sí mismos como los únicos portadores de la democracia (Ibid. pág. 14).

Durante la transición a la democracia, la noción de “reforma agraria” es empleada como un ejemplo reciente de populismo, ya que sirvió de vínculo entre el campesinado y el régimen de Stroessner.

En 1963, Juan Manuel Frutos promulgó un Estatuto Agrario, que estableció los parámetros legales para la colonización y creó una institución llamada instituto de Bienestar Rural (IBR) para llevarla a cabo.

En los años ochenta, a medida que el gobierno de Stroessner comenzó a desmoronarse y finalmente cayó, el compromiso del Estado con la Reforma Agraria se hizo aún más incierto; cuando esto sucedió, las organizaciones campesinas tomaron la bandera de reforma agraria en las protestas contra el gobierno.

Con el avance de la soja en la década del año 2000, la idea de reforma agraria se fue esfumando, y hubo intento de los campesinistas por desatar un tipo debate que no prosperó en ese entonces por considerarse demasiado nacionalista y marxista, “por ser setentistas” (Ibid.).

El autor propone dos narrativas sobre tierras malhabidas. Una campesina y una transicionista. La narrativa campesinista considera a cualquier tipo de concentración de tierra como ilegítimo, expresando una reflexión moral sobre el uso de la tierra que no siempre tenía que ver con la historia legal de la propiedad.

En cambio, la narrativa transicionista remonta su lectura al siglo XIX, la privatización del territorio nacional por parte del Estado, la Triple Alianza, venta de tierras públicas, etc. La historia sirvió a los liberales para derrotar a los colorados a principios del 1900. Luego a los febreristas en el golpe de 1936. Y luego a los colorados que reinventaban como reformistas.

Siempre según el autor, Stroessner fue quien mejor aprovechó la historia de la venta de las tierras públicas. En 1963 con un nuevo Estatuto Agrario, en gran parte copiado del proceso de actas de Punta del Este 1961, el IBR se convertiría en la piedra angular del populismo stronista. El artífice de este nuevo emprendimiento fue Juan Manuel Frutos quien dio forma a la ideología nacionalista del campo.

A pesar de todo lo que se pueda decir de la Reforma Agraria paraguaya (light y otro fracaso), transformó por completo la Región Oriental del Paraguay. Y se convirtió en un fuerte bloque histórico entre los colorados de Stroessner y el campesinado, ya que logró suministrar el contenido ideológico de la disidencia campesina.

Para los transicionistas era un argumento sobre la mala gestión burocrática de los colorados y la manipulación de la ley, eludiendo por completo la cuestión de que la desigualdad en sí misma fuera injusta. El lenguaje político de los transicionistas era una celebración del bien universal del derecho constitucional, la transparencia burocrática y el procedimiento despolitizado.

La noción de “tierra malhabida” se incorporó a la política campesina a inicios de los años 90, y volvió en la década del 2000 como un discurso prestado de los transicionistas y una forma de abordar a un nuevo público obsesionado con la legalidad, así como con la transparencia como condiciones para su propia existencia.

Finalmente, el autor reafirma que, en vez de cuestionar a la narrativa oficial de la democracia moderna, al estado de derecho y a la hegemonía de los transicionistas, la democracia hizo necesaria la subordinación de los campesinos a los transicionistas.

Conclusiones

La mayor atención a temas apremiantes como la soberanía alimentaria y la agroecología ha impulsado fuertemente un giro hacia los aspectos materiales de la agricultura campesina. Los movimientos campesinos que luchan por la puesta en práctica de alternativas constituyen otro aspecto impulsor para colocar la materialidad de la agricultura campesina y sus potencialidades en la agenda.

Un resultado importante de este cambio es que, en los debates contemporáneos, la agricultura campesina aparece como una promesa para el futuro, en lugar de ser un aspecto relegado o un remanente del pasado. La descampesinización y la recampesinización constituyen tópicos de debate actual, coexisten en la mayoría de los casos y representan expresiones de luchas sociopolíticas.

La recuperación de categoría campesina, o recampesinización, implica un renacimiento de valores tales como la autonomía, el autoabastecimiento, los vínculos locales y ciudadanía; elementos que, muy a menudo, tienen una gran capacidad para movilizar a grandes sectores de la sociedad actual.

Finalmente, cabe indicar que un debate sobre la democracia moderna, la hegemonía de los transicionistas o demócratas pyahu, subyace en las nuevas protestas, candidaturas y narrativas emergentes disruptivas. Si bien el especto de propulsores de este debate no se limita al sector campesinista, se puede notar la emergencia de nuevos sujetos políticos proveniente de la discusión analizada por Hetherington (2015) entre las narrativas transicionista-campesinista.

 

Referencias

Banco Mundial. (2020). Paraguay: panorama general. https://www.bancomundial.org/es/country/paraguay/overview

Baranger, D. (2008). La construcción del campesinado en Misiones: de las Ligas Agrarias a los "sin tierra". En G. Schiavoni (Comp.), Campesinos y agricultores familiares. La cuestión agraria en Misiones a fines del siglo XX (pp. xx-xx). Ed. CICCUS.

FAO, & IFAD. (2019). Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar 2019-2028. Plan de acción mundial. FAO.

FAO. (2014). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. La innovación en la agricultura familiar. FAO.

Hetherington, K. (2015). Auditores campesinos. Transparencia, democracia y tierra en el Paraguay Neoliberal. CERI-SERVILIBRO.

Massi, F. (2020). Caaguazú. Territorio, regionalización y desarrollo. CADEP-CONACYT-PROCIENCIA.

Schneider, S. (2016a). A presenca e as potencialidades da agricultura familiar na América Latina e no Caribe. Redes (St. Cruz Sul, ONLINE), 21(3), 11-33.

Schneider, S. (2016b). Family farming in Latin America and the Caribbean: Looking for new paths of rural development and food security (Working Paper No. 137). International Policy Centre for Inclusive Growth (IPC-IG).

Thirion, M. C., & Bosc, P. M. (2015). Family farming around the world. Definitions, contributions and public policies. Cirad La Recherche Agronomique pour le Developpement – AFC Agence Francaise de Developpement.

Wolf, E. R., & Cirlot, J. E. (1971). Los campesinos (Vol. 126). Labor.

 

Sobre el autor:

Roni Nicolás Paredes Ramos: licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Asunción. Investigador del Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios CERI. Integrante de la Sociedad Paraguaya de Sociología. Docente en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] FAO y IFAD (2019). Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar 2019-2028. Plan de acción mundial. Roma.